La fiesta llegó de nuevo a las calles de Filadelfia y fue gracias a que el equipo local de los Phillies, los actuales campeones de la Serie Mundial, volverán a defender el título del “Clásico de Otoño” del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Cientos de aficionados de los Phillies se dieron cita en los restaurantes, bares y edificios de apartamentos hacia el centro de Filadelfia en la madrugada del jueves para celebrar el segundo viaje consecutivo de su equipo a la Serie Mundial.

Mientras que otros hacían sonar las bocinas de sus vehículos y encendían fuegos artificiales en varias partes de la ciudad ante un nuevo éxito deportivo que le generan los Phillies, que ganaron por 4-1 a los Dodgers de Los Ángeles la serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Los aproximadamente 1.500 fanáticos de los Phillies reunidos en Broad Street fueron vigilados por una docena de policías montados y docenas de agentes antidisturbios alineados en la calle.

El tráfico fue cerrado en Broad Street, una de las principales avenidas de la ciudad, para que no hubiese la posibilidad de generar ningún tipo de acciones violentas y además los agente del orden tener control de la zona.

El jardinero Jayson Werth, un ex jugador de los Dodgers, bateó dos cuadrangulares en la victoria 10-4 de los campeones defensores ante el equipo angelino de la Nacional, en el quinto partido de la serie que disputaron al mejor de siete.

Aunque las celebraciones del año pasado después de ganar la serie de campeonato fueron mayormente sin problemas, las autoridades de la municipales tomaron ahora precauciones adicionales llegando al extremo de engrasar postes del alumbrado y de otros servicios públicos para evitar la subida de los aficionados.

El gobierno municipal también retiró de aceras céntricas varios de los carros contenedores de basura que funcionan con energía solar, y el alcalde Michael Nutter pidió a los aficionados que festejen responsablemente.

Las autoridades municipales solicitaron a algunos bares que sirvieran bebidas en vasos de plástico en lugar de vidrio, por lo que hasta el momento la celebración, siempre de acuerdo a las autoridades, se encuentra bajo control.