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Sin contrato ni fecha para reanudar las negociaciones

1.500 enfermeros y empleados del centro de salud están en disputa por contratos expirados hace casi un mes. Hay demanda en corte de por medio.

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El hospital de Temple atiende al número más alto de pacientes con Medicaid en el estado y dice que como está ahora la reforma de salud, no los beneficia en nada. 

Casi un mes después la expiración de los contratos de 1.500 empleados del Hospital de Temple, no está clara ni siquiera una fecha para reanudar las negociaciones con el sindicato, el cual no ha descartado la posibilidad de ir a huelga.

Los contratos de los empleados miembros del sindicato expiraron el pasado 30 de septiembre y éstos amenazaron con ir a huelga el pasado 2 de octubre;  sin embargo, desistieron del paro.

El Sistema de Salud de Temple (TUHS) y la Asociación de Enfermeros y Profesionales Aliados de Pensilvania (PASNAP), sin embargo, coinciden en que Temple paga bien.

Los empleados del hospital son remunerados mejor que la mayoría de sus pares en la región, afirmó Ed Notebaert, vicepresidente ejecutivo del TUHS.

“Es absolutamente verdad que el Hospital de Temple paga buenos sueldos, pero ese no es el problema”, dijo Jerry Silberman, representante de PASNAP.

Silberman sostuvo que el hospital está tratando de destruir el sindicato e interferir con el derecho de los empleados de  hacer declaraciones públicas sobre el sistema de salud, lo cual considera puede afectar el ejercicio de su trabajo y  la atención a los pacientes.

Una cláusula en la propuesta de contrato busca impedir que cualquier miembro o representante del sindicato “critique, ridiculice o haga cualquier declaración que desacredite a Temple”,  según el texto legal.

“Esta cláusula solamente impide que alguien difame el hospital cuando está hablando en representación del sindicato”, dijo la CEO interina de TUHS Sandra Gomberg.

Pero Silberman opina que esta cláusula podría ser utilizada para impedir que cualquier enfermero o miembro del sindicato hable negativamente del hospital.

Según él, impediría, por ejemplo, a los enfermeros del Hospital de Temple dar testimonio en la legislatura de PA a favor de una propuesta de ley que busca establecer pautas para guiar la proporción de enfermeros/ pacientes en los hospitales.

TUHS se opone a esta propuesta, la cual está en proceso legislativo actualmente.

Ambas partes tampoco coinciden en las cifras sobre la situación financiera del Sistema de Salud de Temple. De hecho, el sindicato fue demandado en Corte en julio pasado por TUHS, que considera que éste no ha sido preciso en información suministrada al público.

Temple mantiene que perdió $38 millones en el año fiscal de 2009, hecho que PASNAP disputa, declarando que la contabilidad de la universidad no toma en cuenta los reembolsos federales y estatales que el hospital recibe por atender a pacientes con Medicare, Medicaid o sin seguro alguno.

Según Silberman, cuando se incluyen estas cifras, TUHS tuvo ganancias de $7 millones en el año pasado.

La mitad de los pacientes de Temple Hospital reciben Medicaid, lo cual representa el porcentaje más alto de cualquier hospital en Pensilvania. Otro tercio de sus pacientes recibe Medicare, y del resto la mayoría no tiene seguro.

“La reforma sanitaria no va ayudar a Temple, nos va a dañar, en la forma en que está estructurada actualmente”, dijo Notebaert, quien explicó que la propuesta actual buscaría tomar dinero de las ineficiencias de los programas de Medicare y Medicaid para expandir cobertura a más personas. Dado que la mayoría de los pacientes del Hospital de Temple están asegurados bajo estos dos programas, el hospital podría enfrentar una baja en sus reembolsos federales.

Por otro lado, aunque los sueldos no son el punto clave, la compensación de los empleados sí disminuiría bajo la propuesta del contrato de TUHS.

La propuesta duplicaría o triplicaría el costo del seguro de salud que los empleados pagan actualmente, además de eliminar pagos de incentivo para trabajar durante las noches y los fines de semana, y eliminar el beneficio de matrícula gratuita para los dependientes de los empleados