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Turismo y comercio alarmados en Puerto Rico

Senado aprobó prohibición de consumir alcohol tras medianoche.

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El Senado puertorriqueño aprobó un proyecto de ley para prohibir el consumo de alcohol después de medianoche y tras las dos de la madrugada los fines de semana, medida que alarma al sector turístico y los pequeños comerciantes.

El senador y presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Asuntos de la Judicatura, Héctor Martínez, señaló hoy a Efe que la medida tiene por objeto disuadir a la juventud del país del consumo exagerado de alcohol, principal causa de los cientos de muertes por accidente de circulación que ocurren cada año en la isla caribeña.

Martínez, del Partido Nuevo Progresista (PNP) en el Gobierno, explicó que el proyecto del Senado 1081 establece que la venta de alcohol se prohibirá de lunes a viernes entre medianoche y las cinco de la mañana y sábados y domingos entre las 2 de la madrugada y las 5 de la mañana.

El senador aclaró que, no obstante, el proyecto de ley deberá ser ratificado todavía por la Cámara de Representantes (segundo órgano del Legislativo puertorriqueño) y firmado por el gobernador, Luis Fortuño.

Martínez indicó que la medida pretende evitar los accidentes de circulación en las carreteras, aunque reconoció que la iniciativa puede reducir además la ola de criminalidad que se cierne sobre Puerto Rico.

Sobre las quejas de que la medida afectará a la llegada de visitantes, dijo que "el turista que venga a Puerto Rico a emborracharse no habrá escogido su destino de forma adecuada".

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, se preguntó en relación al asunto "qué justificación puede tener que alguien quiera seguir bebiendo alcohol hasta después de las 12 de la noche", tras subrayar que deben existir otras formas de esparcimiento que no sean "darse un palo o una cerveza".

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico, Clarisa Jiménez, dijo a Efe que la medida, de salir adelante, restará competitividad a la isla, a su juicio reconocida a nivel internacional por su amplia oferta de vida nocturna y destacada gastronomía.

"Se trata de una medida que puede acabar con la industria turística de la isla, uno de los pocos sectores que dio señales de recuperación a nivel mundial en los últimos tiempos", resaltó Jiménez, para quien la pérdida de empleos será una de las consecuencias directas de la iniciativa.

Jiménez insistió en que la medida no solucionará los problemas para los que se promueve, pero que, desgraciadamente, afectará de forma grave a sus asociados, entre los que se incluyen hoteles, discotecas y todo tipo de empresas relacionadas con la actividad turística.

El presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD) -la patronal del pequeño comercio en la isla-, Pedro Malavé, señaló por su lado que la medida sólo servirá para potenciar los negocios clandestinos de venta de alcohol.

Malavé destacó a Efe que además se reducirán los impuestos que recauda el Estado entre los negocios que venden alcohol y que la medida no tendrá ningún efecto contra la ola criminal que afecta a la isla.

Recordó también que durante 2008 se redujo en un 15,5 por ciento el número de accidentes de tráfico causados por conductores en estado de ebriedad.

Según los promotores del proyecto de ley, datos de la Comisión de Seguridad en el Tránsito de Puerto Rico demuestran que la incidencia criminal y los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol se producen en su mayoría entre la medianoche y las 5 de la mañana.

Los datos de la Comisión de Seguridad en el Tránsito de Puerto Rico señalan que la mayoría de los accidentes ocurren por negligencia de un conductor ebrio, además de afectar, mayoritariamente, a menores de 30 años. 

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