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Hija de R. Kennedy denuncia daños de Chevron en Ecuador

Tras un viaje de la activista al país sudamericano.  

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Kerry Kennedy

Kerry Kennedy, hija del célebre político estadounidense Robert Kennedy, denunció el jueves el supuesto daño medioambiental de Chevron en Ecuador tras una visita a ese país, con lo que unió su voz a la campaña en contra de la empresa.

Kennedy, que es fundadora del centro de defensa de los derechos humanos que lleva el nombre de su padre, acusó a la compañía de causar “la mayor catástrofe medioambiental llevada a cabo por una corporación en la historia”.

La activista se había mantenido hasta ahora al margen de la disputa, pero se ha puesto del lado de los demandantes, que incluyen a grupos indígenas y campesinos, tras un viaje al país junto a uno de sus principales abogados, el estadounidense Steven Donzinger.

En cambio, James Craig, portavoz de Chevron, dijo que “la señora Kennedy no está bien informada sobre el caso” y enfatizó que la compañía ha cumplido con las obligaciones de limpieza contempladas en un acuerdo con la empresa estatal Petroecuador.

En sus declaraciones a la prensa, Kennedy describió piscinas de almacenamiento de residuos petroleros a cielo abierto y sin protecciones de cemento y tuberías por las que aún se filtran líquidos cancerígenos en la Amazonía ecuatoriana.

Kennedy se dijo “horrorizada” por lo que vio en el país andino y prometió volver a él “tan frecuentemente como sea posible en los próximos años”.

Los supuestos daños medioambientales fueron causados entre 1964 y 1990 por Texaco, que fue posteriormente fue adquirida por Chevron.

Craig señaló que la contaminación que vio Kennedy en su viaje era “responsabilidad del Estado ecuatoriano”, puesto que Texaco limpió las 162 piscinas de las 430 identificadas, como requería el pacto con Petroecuador.

“Texaco cumplió con su parte, quien no ha cumplido es el Gobierno de Ecuador”, dijo.

Un tribunal ecuatoriano dirimirá quién tiene razón, en un caso en el que la empresa estadounidense se enfrenta a una multa potencial de 27.000 millones de dólares por los daños.