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El diálogo en Honduras se reanuda

Comenzó con desacuerdo del mandatario depuesto y el movimiento popular que le apoya.

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Las delegaciones del presidente de
facto de Honduras, Roberto Micheletti, y de Manuel Zelaya reanudaron el martes el diálogo para solucionar la crisis política causada por el
golpe de Estado del 28 de junio con el desacuerdo del mandatario
depuesto y el movimiento popular que le apoya.

El diálogo logró la semana pasada acuerdos sobre cinco puntos,
entre ellos un Gobierno de reconciliación nacional, no otorgar
amnistía política y la renuncia de Zelaya a promover una Asamblea
Constituyente si es restituido, según fuentes de ambas partes.

Este último acuerdo provocó hoy la primera baja en el equipo de
diálogo de Zelaya, el sindicalista Juan Barahona, dirigente del
movimiento de resistencia popular que apoya al depuesto gobernante y
que sí quiere una Constituyente.

"No estamos de acuerdo, pero vamos a respetar la firma de él
(Zelaya), la posición de él, la renuncia a la Constituyente",
declaró Barahona a los periodistas tras abandonar la mesa de
diálogo, en la que fue sustituido por el abogado Rodil Rivera.

Barahona aclaró que su salida, por decisión del depuesto jefe de
Estado, no significa una ruptura del frente de resistencia con
Zelaya, cuya restitución seguirá exigiendo, lo que ratificó ese
movimiento en un comunicado.

Pero "tengo una posición muy escéptica de (que se logre) la
restitución en la mesa", comentó Barahona.

Otro dirigente de la resistencia, Rafael Alegría, dijo a Efe que
"hay poco optimismo en el diálogo", porque "el régimen golpista de
Micheletti sigue reprimiendo al pueblo" y mantiene vigente un
decreto que restringe las garantías constitucionales, aunque la
semana pasada anunció su derogación.

La ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia Vilma Morales,
miembro de la comisión de Micheletti, apuntó que la reinstalación de
Zelaya "no puede dejar de verse, tiene que tocarse, que hablarse,
dialogarse, de una manera responsable" y "con la seriedad que el
caso amerita".

"El respeto a nuestro marco legal" es "fundamental para
consensuar posiciones" en el diálogo, enfatizó la ex magistrada a
los periodistas.

Un asesor de Zelaya, Rasel Tomé, subrayó que el depuesto
mandatario sigue apostando por el diálogo porque "es una de las
formas en que, de manera civilizada, las sociedades han logrado
resolver los conflictos".

Sin embargo, "el requisito previo para lograr elecciones válidas
(el 29 de noviembre) es el retorno de la democracia a través de la
restitución del presidente Zelaya", dijo a medios locales.

Señaló que "tampoco puede haber elecciones" legítimas si "el
régimen de facto está reprimiendo, está cerrando medios de
comunicación", como una emisora de radio y un canal de televisión
clausurados el 28 de septiembre.

Según la ex magistrada Morales, "el respeto" a las elecciones
está incluido en el diálogo con el fin de que "no haya obstrucción
(...) a la participación ciudadana, que ni directa ni indirectamente
haya acciones que afecten el proceso electoral".

La resistencia pidió a los hondureños en su comunicado "redoblar
los esfuerzos para derrotar la dictadura empresarial-militar" y
reiteró que, si el próximo día 15 no se restituye a Zelaya,
emprenderá "acciones para desconocer la farsa electoral".

Morales dijo que los cinco primeros acuerdos "ya están firmados
por las comisiones" y suponen el 60 por ciento del Acuerdo de San
José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que
establece como punto central la reposición de Zelaya en el poder.

Zelaya promovía una Asamblea Constituyente mediante la consulta
popular que iba a celebrarse el 28 de junio, pero que fue frustrada
por su derrocamiento.

Después de 86 días en el exilio, Zelaya regresó por sorpresa al
país el 21 de septiembre pasado y se refugió en la embajada de
Brasil, donde le acompañan unas 50 personas, entre ellas su esposa,
Xiomara Castro.