El Senado argentino comenzó a
discutir el viernes la controvertida Ley de Medios Audiovisuales, en medio
de denuncias de la oposición y de algunos de los principales medios
de comunicación del país y manifestaciones de confianza del
oficialismo sobre su aprobación.

La sesión de la Cámara Alta comenzó media hora después de lo
previsto y con un minuto de silencio en homenaje a la cantante
Mercedes Sosa, fallecida el pasado domingo.

Se prevé que el debate de la nueva norma, que ya cuenta con el
visto bueno de los diputados, se prolongará hasta la madrugada del
sábado.

Senadores del oficialismo reiteraron hoy que tienen los votos
necesarios (37) para aprobar la ley, mientras que la oposición
confía en lograr algunos cambios al texto ya aprobado por los
diputados, lo que implicaría que la norma sea "devuelta" a la Cámara
Baja y el debate vuelva a empezar.

Las opositoras Coalición Cívica (centroizquierda), Propuesta
Republicana (Pro, conservadora) y Unión Cívica Radical (UCR,
socialdemócrata) ponen en duda que haya el consenso necesario para
que se apruebe el texto sin ningún cambio, como quiere el
oficialismo.

Es en esta última discusión en la que senadores opositores
aspiran a captar el voto de legisladores que aprueban la ley en
general, pero desean cambiar los artículos más polémicos.

Los artículos en cuestión son los referidos a la creación de la
Autoridad de Aplicación, encargada de regular los medios, que según
la oposición estará controlada por el Gobierno, y al período que
tienen las empresas periodísticas para acogerse a la nueva ley.

Varios legisladores piden que las empresas tengan tres años para
desprenderse de radios y canales de televisión, de modo de adecuarse
a la nueva legislación, que según el proyecto oficial les da un año
de plazo.

El texto establece que una empresa no puede tener más de diez
licencias de radio y televisión, 14 menos que el límite actual, y
que tampoco puede ser titular de un canal de TV de aire y de uno de
cable en una misma localidad, uno de los puntos que mayores críticas
ha suscitado entre las empresas con intereses en el sector.

La polémica de última hora se desató cuando la senadora opositora
Dora Sánchez anunció que votará a favor de la ley, luego de haberla
cuestionado en los últimos meses, actitud que fue calificada de
"vergonzosa" por la oposición y sectores del peronismo enfrentados a
la presidenta Cristina Fernández.

La iniciativa, una de las más importantes apuestas del Gobierno,
pretende sustituir a la legislación vigente desde la última
dictadura militar (1976-1983).

Grupos de defensores y detractores de ley se concentraron hoy
frente a la sede del Parlamento para seguir el debate de los
senadores, que se calcula que discutirán durante 12 horas la ley en
general y usarán otras tres para el análisis en particular.

El apoyo a la iniciativa aumentó después de que Fernández
anunciara semanas atrás la eliminación del permiso para que las
empresas telefónicas entren al sistema de medios audiovisuales por
medio del servicio adicional de televisión por suscripción, entre
otras modificaciones que aceptó el Ejecutivo.