El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, destacó esta semana las virtudes de los hispanos en este país y su apego a la "familia, comunidad y fe", al recibir por primera vez en su casa en el Observatorio Nacional a líderes de esta minoría para celebrar el Mes de la Herencia Hispana.

En un breve discurso, el vicepresidente elogió las contribuciones de los cerca de 47 millones de inmigrantes hispanos en EEUU, unidos por sus valores de "familia, comunidad y fe".

Ante más de un centenar de invitados y acompañado de su esposa, Jill, Biden destacó el momento histórico que vive EEUU, tras la elección del primer presidente negro y del primer irlandés-estadounidense como vicepresidente.

También señaló la designación de la jueza Sonia Sotomayor como primera hispana en un cargo vitalicio en el Tribunal Supremo, e indicó que su trayectoria representa la historia de éxito a la que aspiran los inmigrantes en este país.

Para Biden resulta "fascinante" el optimismo que, a su juicio, caracteriza a los latinos, porque piensan que "el mañana siempre será mejor que el ayer".

Además aludió al activismo del fallecido líder sindicalista mexicoamericano César Chávez (1927-1993), quien luchó por los derechos civiles de los trabajadores del campo en Estados Unidos en la década de 1960 y acuñó la consigna "Sí se puede".

Asimismo Biden agradeció la labor de los líderes latinos y en especial que, al mirar hacia adelante, también "miran hacia atrás para asegurar que nadie se quede rezagado".

Entre los invitados al evento en el Observatorio Nacional, a unos ocho kilómetros de la Casa Blanca, figuraron líderes del Congreso, los secretarios del Interior y del Trabajo, Ken Salazar e Hilda Solís, respectivamente, diversos alcaldes de todo el país y representantes de influyentes organizaciones hispanas.

En el Mes de la Herencia Hispana, que se festeja anualmente del 15 de septiembre al 15 de octubre, tanto la clase política como el empresariado aprovechan no sólo para celebrar el avance de la minoría de mayor crecimiento en el país sino también para destacar las tareas pendientes.

En declaraciones a los periodistas, Salazar destacó que en sus años en el Senado jamás había estado en la mansión del vicepresidente y que Biden sienta precedente al "abrir las puertas para toda nuestra comunidad".

"Estamos en la casa del vicepresidente y escuchando la música de nuestra comunidad. Eso es lo bello de este país... es lo que ha cambiado en este país, ahora es la política la que tiene que cambiar", afirmó por su parte el legislador demócrata Xavier Becerra, quien afirmó que Biden "nos habló como amigo, como líder y como socio".

Becerra reconoció, no obstante, que "hay mucho que hacer" para mejorar la situación de los hispanos en las áreas de educación, empleos y cobertura médica.

En ese sentido, Becerra pidió que, como hijo de inmigrantes irlandeses, que el 47 vicepresidente de la nación "no se olvide de los inmigrantes que trabajan tan duro" y continúe luchando por "justicia para los inmigrantes", en alusión a la reforma migratoria.

Silvia García, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO), calificó como un "honor" que Biden haya apartado espacio para agradecer las contribuciones y valores de la comunidad.

Yanira Cruz, presidenta del Consejo Nacional Hispano de Geriatría, aplaudió que el Gobierno esté mostrando "apertura" a los hispanos y tomando en cuenta "los valores que traemos como comunidad en esta sociedad".

La fiesta estuvo amenizada por la banda Mariachi las Américas, apostada en el porche de la mansión y cuyas trompetas rompían el silencio, hasta entonces alterado solamente por el chirrido de grillos.

El único percance de la noche ocurrió a mitad del discurso de Biden, cuando uno de los invitados derramó accidentalmente una copa de sangría olvidada encima del gran piano en la antesala de la mansión.

La legisladora demócrata Linda Sánchez, que llegó a la fiesta con su bebé en un cochecito, se apresuró a limpiar el derrame con un paño del niño antes de que el personal acudiera a su auxilio.