El ex presidente del Gobierno
español José María Aznar apostó hoy por que se produzca una
alternancia política en Chile que tenga un "efecto contaminante"
dijo, en el resto de Latinoamérica, donde a su juicio existen
"dictaduras más o menos encubiertas".

Aznar asistió a un seminario en una universidad de Santiago junto
al candidato presidencial de la oposición derechista chilena,
Sebastián Piñera, al que mostró su apoyo.

El ex gobernante español (1996-2004) se mostró "seguro" de que
Piñera -favorito en las encuestas- será el próximo presidente deChile y pondrá así fin a veinte años de Concertación, la coalición
de centroizquierda que gobierna el país desde el fin de la dictadura
militar (1973-1990).

Según Aznar, conviene además que "el factor positivo que suponga
la alternancia en Chile tenga un efecto contaminante (sic) en la
región", en especial ante regímenes que se sustentan en el
"populismo político y económico" y son "dictadura más o menos
encubiertas".

"Hoy en día vemos regímenes, algunos bastante cercanos
geográficamente, que utilizan mecanismos democráticos para vaciar la
democracia desde dentro, por lo que la democracia se convierte en un
pretexto para beneficios personales", añadió.

Aznar también animó a Chile a no imitar lo que el Gobierno
socialista hizo en España a partir de 2004, que en su opinión
consistió en establecer "políticas infantiles absurdas basadas en
hacer lo contrario de lo que se hacía antes".

"Las consecuencias de esa actuación han sido catastróficas",
concluyó Aznar, quien estimó además que a España y al Reino Unido le
han tocado gobiernos "muy malos" para afrontar la crisis económica
internacional.

En tanto, Piñera insistió en que para obtener un triunfo en las
elecciones del próximo 13 de diciembre la derecha ha de derribar los
mitos de que la Concertación tiene el monopolio de la democracia y
de que sólo ella puede darle gobernabilidad al país.

El candidato de la Coalición por el Cambio llamó además a
alcanzar un "gran acuerdo nacional" para superar los desafíos deChile, que él quiere convertir en 2018 en un país desarrollado con
un nivel de renta per cápita similar al de Portugal o Grecia.

Para ello, Piñera, que es el principal accionista de la aerolínea
Lan y posee una fortuna personal valorada en 1.000 millones de
dólares por la revista Forbes, estima indispensable que la economía
crezca un 6% anual.

También animó a sus colaboradores a revisar el proyecto de Ley de
Presupuestos, cuya tramitación comenzará en las próximas semanas y
puede convertirse en las primeras cuentas públicas de un eventual
gobierno de la derecha.

Además, si sale elegido presidente, promete aumentar en 10.000
carabineros el número de estos agentes destinados en las calles para
combatir la delincuencia, así como mejorar la eficacia del Estado y
acabar con la corrupción.

Según una reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos,
Piñera obtendría un 35% de los votos en primera vuelta, frente al
27% de su principal rival, el candidato de la coalición oficialista
Eduardo Frei.

Aznar, que ya estuvo en Chile el pasado mes de enero, viajará
mañana junto a Piñera a Buenos Aires, donde clausurará unas jornadas
organizadas por la Fundación para el Análisis y los Estudios
Sociales (FAES), que él preside.

En ese seminario también intervendrán el jefe de gobierno de la
ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri; el ex presidente de Bolivia
Jorge Quiroga, y el escritor y periodista peruano Álvaro Vargas
Llosa.