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Obama: La reforma es un imperativo moral

El nuevo sistema sanitario mejoraría la cobertura de quienes ya cuentan con seguro médico privado y permitiría crear una Bolsa en la que las aseguradoras…

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Ante miembros de la Asociación de Enfermeras de EE.UU., Obama calificó el jueves de “desgarrador” que las aseguradoras denieguen cobertura médica a personas que padecen de condiciones “pre-existentes”.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, defendió el pasado miércoles ante el Congreso la necesidad de una reforma sanitaria que representará un profundo cambio, según la describió en una intervención en la que fue insultado durante una referencia a los inmigrantes ilegales.

Obama, cuyos índices de aprobación han caído en parte debido a la pérdida de apoyo entre el público a la reforma, buscó retomar la iniciativa con su comparecencia ante el Congreso, en la que, entre fuertes aplausos de los demócratas, procedió a enumerar los detalles de la medida y refutar lo que consideró “mentiras” en torno a ella.

Así, afirmó, la reforma dará mejor protección a aquellos que ya cuentan con seguro médico, pues prohibirá que las aseguradoras puedan rechazar a nadie por problemas médicos previos.

También hará más barato el acceso a una cobertura médica de calidad, sostuvo Obama, al establecer la creación de una Bolsa de seguros que compitan entre sí en un plazo de cuatro años.

A cambio de este abaratamiento, las empresas grandes deberán ofrecer cobertura médica a sus empleados y los individuos tendrán que estar asegurados obligatoriamente, a menos que de veras no se lo puedan permitir.

El presidente defendió la posibilidad de una opción pública -un seguro patrocinado por el Estado que competiría con las empresas privadas-, una de los aspectos más controvertidos de la reforma.

Obama, que subrayó que esa opción sólo estaría disponible para los más desfavorecidos, también apuntó que esa posibilidad “sólo es un medio para lograr un fin”, la cobertura asequible para todos, y “debemos mantenernos abiertos a otras ideas para lograr nuesta meta”.

Según el presidente estadounidense, existe un “amplio consenso” en torno a la mayor parte del contenido de la reforma, si bien persisten “diferencias significativas”, reconoció, entre las risas de los republicanos.

No fue la única interrupción, pues también se oyó un grito de “¡Miente!”, del representante republicano de Carolina del Sur Joe Wilson, cuando Obama aseguró que la reforma no se aplicaría a los inmigrantes ilegales.

El presidente también rechazó otros rumores, como el que se vayan a crear “comités de burócratas con el poder de matar a los ciudadanos ancianos” o se vaya a destinar dinero a costear abortos.

Obama apuntó no sólo al imperativo moral de reformar un sistema que excluye de la cobertura sanitaria a 47 millones de ciudadanos sino a la necesidad económica pues, según recordó, la sanidad en EE.UU. gasta 1,5 veces más por persona que cualquier otro país.

El coste total de la iniciativa, consideró, rondará los 900.000 millones en diez años, aunque prometió reiteradamente que “el plan no aumentará nuestro déficit presupuestario”, una de las grandes críticas de la oposición republicana.

En su discurso de réplica, ofrecido tras la intervención presidencial, los republicanos se mostraron escépticos sobre las propuestas de Obama. El congresista Lincoln Díaz Balart, que ofreció la réplica en español, aseguró que “podemos llevar a cabo una reforma mejor”.

“La propuesta presentada por los demócratas costaría aproximadamente un billón de dólares, crearía 53 nuevas burocracias, e impondría nuevos impuestos a pequeñas empresas e individuos por aproximadamente 600.000 millones de dólares”, sostuvo Díaz Balart.

Una encuesta instantánea de la cadena CNN indicó que entre quienes vieron el discurso por televisión, la mayoría, un 70 por ciento, se declararon satisfechos con su contenido. La cadena precisó que entre los encuestados la proporción demócrata era mayor que entre la población general.

Aumenta la pobreza

El número de personas sin seguro médico en EE.UU. aumentó a 46,3 millones en 2008 y el de gente pobre a 39,8 millones, reflejo de los estragos que ha causado la recesión en el país y que afectan principalmente a las minorías negra e hispana, según un informe de la Oficina del Censo.

El análisis indicó que el nivel oficial de pobreza subió del 12,5% en 2007 a 13,2% de la población en 2008, en lo que supone el mayor aumento desde 1997.

Además, el ingreso medio familiar bajó en un 3,6% entre 2007 y 2008, para situarse en la actualidad en unos 50.300 dólares.

Según el análisis, el aumento en las personas sin seguro el año pasado -el primer año completo de recesión tras su inicio en diciembre de 2007- se debe a la continua pérdida de empleos en EE.UU., donde la mayoría de los trabajadores recibe seguro médico como parte de sus beneficios.

El informe “Ingresos, Pobreza y Cobertura Médica en EEUU, 2008” destacó, por ejemplo, que el índice de pobreza entre los hispanos fue de 23,2%, en comparación con el 21,5% en 2007.

En cuanto a la carencia de cobertura médica, el número de personas sin plan médico aumentó de 45,7 millones en 2007 a 46,3 millones en 2008.

Esa cifra no incluye a las personas que perdieron su seguro médico al quedarse sin empleo a finales de 2008. De ahí que en el discurso público y en los medios nacionales se citen a poco más de 47 millones de personas.

Entre los hispanos, el porcentaje sin seguro bajó de 32,1% en 2007 a 30,7% en 2008, algo que, en términos prácticos, no cambia significativamente la cifra actual de 14,6 millones de latinos, según el informe.

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