La campaña electoral en Honduras
comenzó su andadura sin que se vislumbre una solución a la crisis
política que el país vive desde hace más de dos meses por el
derrocamiento de Manuel Zelaya.

Para el Gobierno de Roberto Micheletti, quien fue designado
presidente por el Parlamento tras el derrocamiento de Zelaya el 28
de junio, la crisis será resuelta con la participación masiva de los
hondureños en las elecciones generales del 29 de noviembre próximo.

En un mensaje con ocasión del inicio de las fiestas
conmemorativas del 188 aniversario de la independencia de Honduras
de la Corona española, Micheletti pidió hoy a los hondureños
"preservar las libertades y los valores" que permitan "vivir por
siempre en paz, progreso y, ante todo, democracia".

Micheletti también dio por agotada la opción de que una tercera
persona asuma el Gobierno, si él renuncia y Zelaya desiste de volver
al poder.

Además, aclaró que el descartar esta alternativa no significa que
abandone el diálogo sobre la crisis hondureña bajo la mediación del
presidente de Costa Rica, Óscar Arias.

"Ya hicimos todos los esfuerzos sobre el tema y aquí se acaba la
discusión de tercerías (un tercero en la presidencia)", expresó
Micheletti.

Por su parte, los seguidores de Zelaya volvieron a hacer
llamamientos a la población a que no reconozca el proceso electoral
porque "ha sido viciado por los golpistas", dijo Rafael Alegría, uno
de los principales líderes del movimiento de resistencia popular que
exige el regreso al poder del gobernante depuesto.

Alegría indicó a periodistas que Micheletti, hoy, "incluso se
escondió en la Casa Presidencial" para iniciar los festejos cívicos
conmemorativos a la independencia y al "Día de la Bandera", cuando
ese acto se ha celebrado siempre el 1 de septiembre frente a la
estatua del prócer Francisco Morazán, en otro extremo de la capital.

Micheletti presidió la ceremonia de las fiestas patrias en un
predio de la Casa Presidencial ahora denominado Plaza Democracia, la
que Zelaya bautizó en su momento como Plaza Libertad.

En las elecciones generales de noviembre participarán cinco
partidos legalmente inscritos y una candidatura presidencial
independiente.

Los partidos son el Liberal, en el poder; Nacional, primera
fuerza de oposición; Democracia Cristiana, Innovación y
Unidad-Social Demócrata y Unificación Democrática.

Hasta ahora los únicos partidos con propaganda política en los
principales medios de comunicación, a partir de ayer, cuando se
inició la campaña, son el Liberal y el Nacional, ambos conservadores
y con más de un siglo de historia.

Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), más de cuatro millones
de hondureños, de los 7,3 millones que constituyen la población del
país centroamericano, podrán ejercer el sufragio para elegir a un
presidente, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 128
diputados al Parlamento y 298 alcaldías municipales.

La seguridad y apoyo logístico para el traslado del material
electoral estará a cargo de las Fuerzas Armadas, por misión
constitucional.

Los magistrados del TSE fueron informados hoy por las Fuerzas
Armadas en Tegucigalpa sobre el plan de seguridad y logística
encaminado a garantizar las elecciones generales.

El informe estuvo a cargo del ministro de Defensa, Adolfo
Sevilla; el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vázquez, y
otros miembros del alto mando castrense.

El portavoz de las Fuerzas Armadas, coronel Ramiro Archaga, dijo
a la prensa que el plan incluye aspectos como los recursos humanos,
técnicos y materiales a utilizarse y las rutas para la distribución
del material electoral.

Agregó que las Fuerzas Armadas garantizarán la seguridad en el
proceso electoral y "no permitirán" que sea boicoteado, como ha
anunciado el movimiento que exige el regreso de Zelaya, quien asumió
el 27 de enero de 2006 para un período de cuatro años, interrumpido
por el golpe del 28 de junio.