Cruzar la frontera entre EE.UU. y México se ha vuelto mucho más peligroso desde que bandas criminales le han sabido sacar el jugo a las medidas de control tomadas por el gobierno estadounidense tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Además del muro, el calor agobiante del desierto, las pésimas condiciones de transporte y el peligro de ser capturados por agentes del ICE, los migrantes que intentan llegar a la ‘tierra del sueño americano’ enfrentan la amenaza creciente de las bandas de secuestradores.

Los suegros de Ulises Martínez, un mecánico de Alexandria, VA, fueron una de las recientes víctimas de estas organizaciones delincuenciales.

El 9 de enero fueron secuestrados mientras intentaban pasar ilegalmente la frontera. Una llamada de los captores, que llegaron a exigir 5.400 dólares, fue la que puso a este hombre de cuarenta años entre la espada y la pared: Denunciar el hecho ante las autoridades o pagar la extorsión y correr el riesgo de que sus familiares fueran asesinados.

Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE por su sigla en inglés), en 2008 fueron rescatados 584 secuestrados sólo en Arizona. Entre octubre de 2006 y junio de 2009, el ICE siguió 6.157 casos de tráfico de personas, de los cuales 3.596 fueron declarados culpables, y confiscó 34 millones de dólares. Al final, la denuncia fue la opción elegida. Los suegros de Martínez fueron rescatados el 11 de enero, junto con 21 personas más por agentes del ICE y policía de Phoenix, AZ, 6 hombres fueron arrestados en la operación y condenados a entre 24 y 46 meses de prisión.

Así reportó The Washington Post