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Brasil revisará en Bolivia agenda bilateral

Gas, infraestructuras y narcotráfico marcan cita de Lula y Morales en Bolivia.  

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El presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula
da Silva, visitará mañana Bolivia, donde repasará con su homólogo
Evo Morales la agenda bilateral, con especial atención a las
relaciones energéticas, las infraestructuras y la lucha contra el
narcotráfico.

Morales recibirá a Lula mañana sábado en la región cocalera del
Chapare (Cochabamba, centro), donde se ha previsto un acto central
en la localidad de Villa Tunari en el que los presidentes firmarán
un acuerdo para que Brasil financie con 332 millones de dólares la
construcción de una carretera en el centro de Bolivia.

Con este préstamo, empresas brasileñas construirán una carretera
de 306 kilómetros entre Villa Tunari y la también boliviana San
Ignacio de Moxos, que en el futuro se unirá a la ruta conocida como
"corredor bioceánico" pensado para conectar puertos del Atlántico y
del Pacífico.

En concreto, esta infraestructura continental unirá los puertos
de Santos (Brasil) y de Iquique (Chile), según el compromiso
adoptado en diciembre de 2007 por Lula, Morales y la presidenta
chilena, Michelle Bachelet.

Antes de ese acto, previsto para las 12.00 hora local (16.00
GMT), los mandatarios mantendrán un encuentro en el municipio de
Chimoré para revisar otros asuntos de la agenda bilateral.

Morales ha anunciado que quiere analizar con Lula los precios y
los volúmenes del gas que Bolivia vende a Brasil así como la deuda
de la empresa Petrobras por la compra del energético.

Durante este año, la demanda de gas boliviano por parte de Brasil
ha tenido altibajos, que oscilan entre los 24 y los 30 millones de
metros cúbicos diarios, lo que puede afectar el crecimiento del
Producto Interior Bruto del país a fin de año, según La Paz.

De hecho, el Gobierno de Morales está pensando en modificar a la
baja el contrato de suministro de gas a Brasil y destinar parte de
ese energético a otros mercados.

La disminución de la demanda brasileña de gas ha provocado un
descenso del 14,7 por ciento en los ingresos bolivianos por
hidrocarburos en los cinco primeros meses de 2009.

Brasil, por su parte, continúa contando con el gas boliviano,
según afirmó el presidente Lula da Silva en una entrevista publicada
hoy por el diario paceño La Razón, en la que apuesta por la
integración energética suramericana.

"Si Brasil y la región como un todo continúan creciendo, como
pienso que así será, habrá siempre demanda por el gas de Bolivia",
destacó el presidente brasileño.

Lula señaló que, si el comercio de gas ha convertido a Bolivia y
Brasil en "socios importantes", también es momento de ampliar y
diversificar el perfil de la relación económica porque su país no
solo quiere importar el energético sino también productos
manufacturados.

Para ello, admite que Brasil debe abrir su mercado, por ejemplo
al sector textil, pero cree que Bolivia ha de fortalecer la
capacidad de sus empresarios, sobre todo los medianos y pequeños.

En su encuentro en Bolivia, Lula y Morales tienen previsto
suscribir también un memorando de cooperación científico y
tecnológico para el uso de los recursos del Salar de Uyuni, que
concentra las mayores reservas de litio del mundo.

El Gobierno de Brasilia ha apuntado que su cooperación en el
proyecto de Uyuni no se limitará a la explotación pura y simple de
las riquezas del salar sino que plantea un proyecto de desarrollo,
con transferencia de tecnología, tal y como exige Morales.

Otro de los asuntos que discutirán será la lucha contra el
narcotráfico y la necesidad de que se refuercen los controles en la
amplia frontera que comparten ambos países.

En su entrevista con La Razón, Lula afirmó que el problema de las
drogas no se restringe a un "caso policial" y que es necesario
intensificar la actual colaboración para "encarar de frente" ese
desafío.

Su Gobierno anunció ayer en Brasilia que se propone enviar al
Congreso un proyecto de ley para autorizar la donación de cuatro
helicópteros a Bolivia, para respaldar los esfuerzos en el combate
contra el tráfico de drogas.

Por su parte, el Gobierno de Bolivia defiende que Brasil es su
"mejor aliado" en la lucha contra el narcotráfico, a tenor de los
resultados del llamado plan Bra-bo I, acometido por ambos países
entre el 25 de marzo y el 4 de abril de este año y que logró
decomisar 1.337 kilos de droga.

La visita de Lula a Bolivia, que se ha anunciado en La Paz al
menos tres veces este año, llega precedida por cierta polémica sobre
la escolta que darán al presidente brasileño unos 2.000 productores
cocaleros del Chapare.

Tito Hoz de Vila, senador opositor boliviano, dijo esta semana
que la imagen de Lula se puede ver perjudicada por esta
circunstancia, a la que Brasilia ha restado importancia. EFE