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La "American Way of War"

“Mercenarios”, “asesinos a sueldo”, “operaciones de estabilidad”, llámese como quiera, la saga de las guerras por mero negocio de la era Bush continua.

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“Mercenarios”, “asesinos a sueldo”, “operaciones de estabilidad”, llámese como quiera, la saga de las guerras por mero negocio de la era Bush continua.

 

La cacería y asesinato de Jihadistas emergió esta semana como un medio adicional de lucrar de estas guerras privatizadas,  esta tarea que generó millones de dólares fue subcontratada por la C.I.A. a la compañía Blackwater, la ominosa contratista de la muerte que logró cobrar un mil millones de dólares gracias a contratos sin concurso de licitación para brindar “servicios” en las guerras de Irak y Afganistán, y al contrato de “asegurar” Nueva Orleans después del Huracán Katrina.

Los detalles de esta subcontratación, que el ex vicepresidente Cheney se las manejó para mantener fuera del conocimiento del Congreso en el 2002, calzan dentro de lo que el Secretario de la Defensa Robert M. Gates denominó la “American way of war” durante un discurso sobre “estrategia transformacional” en Septiembre del 2008 en la National Defense University.

“Operaciones de Estabilidad” el Manual de Campo lanzado el año pasado, fue anunciado por la revista Serviam a los contratistas militares como “Buenas noticias para los compañías privadas, organizaciones caritativas sin fin de lucro, y demás empresas involucradas en operaciones de estabilidad global: Sus oportunidades de hacer más se acaban de multiplicar.”  La misma fuente alabó a “Operaciones de Estabilidad” como “el cambio doctrinal más grande” entre otras razones porque “el Ejército estadounidense oficialmente adopta esta asociación con compañías privadas, organizaciones caritativas, y otras organizaciones sin fin de lucro como parte de la evolución de su doctrina militar.”

Subcontratar guerras es fundamentalmente una cuestión de hacer grandes ganancias y de liberarse idílicamente de cualquier responsabilidad.  El ex vicepresidente Dick Cheney y el ex Secretario de la Defensa Donald Rumsfeld así lo entendieron y no perdieron tiempo, ni dudaron siquiera en gastar miles de millones de dólares de los contribuyentes, ni en disponer de las vidas de cientos de miles de civiles en Irak y Afganistán, y de los más de 5,000 soldados estadounidenses hasta hoy muertos.

Tan pronto dejaron el gobierno los patronos de Blackwater, la compañía responsable de desatar el baño de sangre de Falluja en Irak, ya no tiene contratos sin licitación para lucrarse.  Ahora con la marea de contratos en plena retirada y con una pésima reputación por matar civiles iraquíes a mansalva, Blackwater cambió su nombre por “Xe”, cuyo significado varios reporteros han fallado en obtener de la portavoz de la compañía Anner Tyrrel.

El nombre “Xe” posiblemente represente el símbolo del elemento químico xenón, un gas incoloro e inodoro, sin embargo la oscura ex Blackwater dista mucho de asemejarse a un gas inerte.  Xenón en griego significa “extraño”, y un compuesto de este otrora elemento inerte gas, el trióxido de xenón es “altamente explosivo”.   Igual de explosiva  resulta la realidad cuando la guerra es subcontratada a extraños, en aras de lucro y esquivando responsabilidades legales y morales.