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Cierran puerta a Insulza en Honduras

Micheletti aplaza misión de OEA y seguidores de Zelaya anuncian más presión.

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Honduras aplazó hoy la visita de la misión de la OEA que prevé conocer la crisis política del país, decisión que los seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya rechazaron con la amenaza de que continuarán sus medidas de presión.

El nuevo Gobierno hondureño, que preside Roberto Micheletti, dijo que no recibirá a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya llegada se anunció para el próximo martes, porque incluye a su secretario general, José Miguel Insulza, a quien acusa de parcializarse en el conflicto.

Sin embargo, dirigentes del movimiento social que respalda a Zelaya afirmaron a Efe que el aplazamiento obedece a que Micheletti no quiere resolver la crisis ni que los enviados de la OEA presencien una movilización prevista para el martes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló en un comunicado que la "intransigencia" de Insulza en ser parte de la misión y en excluir de ésta a países abiertos a que se reconsidere la suspensión de Honduras de la OEA, aplicada por no restituir a Zelaya, "ha hecho imposible que se convenga la cita en la fecha prevista".

Empero, aseguró que "mantiene toda la flexibilidad para convenir una nueva fecha de la visita", pero "excluyendo de la misión al señor José Miguel Insulza, quien podrá ser sustituido por el secretario general adjunto u otros funcionarios de la OEA".

Subrayó que, "en principio, la misión de cancilleres no incluía al secretario general, en vista de su falta de objetividad, imparcialidad y profesionalismo en el ejercicio de sus funciones".

Esa actitud de Insulza, según la cancillería hondureña, "ha redundado en perjuicios serios para la democracia", Honduras y la OEA, "al extremo que su informe presentado a la Asamblea General Extraordinaria se ha descalificado por la propuesta del mediador conocida como Acuerdo de San José".

El 4 de julio, tras conocer el informe de Insulza sobre la crisis, que el Gobierno considera "parcializado", la OEA suspendió a Honduras por no reinstalar a Zelaya, sacado del país por los militares el 28 de junio, mismo día en que el Parlamento designó a Micheletti.

El dirigente campesino Rafael Alegría, uno de los líderes del movimiento de resistencia popular que exige el regreso de Zelaya, dijo que la suspensión de la visita refleja que Micheletti se niega a resolver la crisis y "no quiere, además, que la comisión de la OEA observe la movilización popular que tenemos para el martes".

La movilización iniciada el miércoles pasado se concentrará en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, "con miles de hondureños que siguen marchando desde diferentes regiones", subrayó Alegría.

Expresó que la decisión de Micheletti "es propia de regímenes de facto y fascistas, y provocará una reacción más fuerte de la comunidad internacional".

Otro dirigente de la resistencia, Israel Salinas, secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, señaló que el rechazo a la OEA significa que este organismo y Estados Unidos "tienen que tomar medidas más drásticas y más fuertes para que el Gobierno de facto de Micheletti caiga de una vez".

El sindicalista denunció que Micheletti quiere "prolongar su gestión para saquear y repartirse el presupuesto del país, y que la OEA envíe una comisión incondicional que comparta los puntos de vista de los golpistas para prolongarse más en el poder".

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, es mediador en un diálogo que busca resolver el conflicto y que gira alrededor de una propuesta, cuyo principal punto es el regreso condicionado de Zelaya.

El principal objetivo de la misión de la OEA es persuadir a Micheletti a aceptar el acuerdo promovido por Arias.

El viernes, cuando Micheletti dijo que aceptaba la delegación, dejó entrever su rechazo a la presencia del titular de la OEA al ironizar: "si el señor Insulza viene aquí a gastar dinero como turista, es bienvenido".