La coalición Hondureños por la
Democracia se manifestó el lunes ante la sede de la OEA en Washington
para pedir a EE.UU. que "tome acciones contra el gobierno golpista"
de Roberto Micheletti y rechace reunirse con sus representantes.

La coalición, creada después de ser depuesto Manuel Zelaya, e
integrada por hondureños residentes en el área de Washington, pidió
también al presidente de EE.UU., Barack Obama, que califique de
forma más explícita lo ocurrido en Honduras como "golpe de Estado".

"Nuestro pueblo necesita que Obama rechace de forma contundente
la usurpación del poder por la fuerza, que no se ande con rodeos y
declare que fue un golpe de Estado", dijo a Efe el hondureño Marco
Antonio Lemus, portavoz de la coalición.

La designación de golpe de Estado tendría consecuencias a nivel
legal, entre ellas, la posible cancelación de la ayuda económica aHonduras.

Hondureños por la Democracia pide también que el Gobierno de
Obama "retire las visas a los diplomáticos golpistas que están
ocupando la embajada de Honduras en Washington y cancele las visas a
los funcionarios del gobierno de facto".

Esta medida afectaría, en primer lugar, al embajador de Honduras
en Estados Unidos, Roberto Flores Bermúdez, quien fue llamado a
consultas a Tegucigalpa y rechazó que allí se hubiese producido un
golpe de Estado.

Además, la coalición instó al Ejecutivo estadounidense lanzar una
investigación independiente sobre "la censura de los medios de
comunicación locales en Honduras y la violación a los derechos
civiles".

En concreto, piden que se investiguen los hechos que condujeron a
la muerte de Isis Obed Murillo, fallecido el domingo en Tegucigalpa,
en los incidentes entre las fuerzas de seguridad y simpatizantes de
Zelaya, que esperaban el regreso de su líder.

Según el nuevo canciller de Honduras, Enrique Ortez, la muerte de
Murillo y de otra persona así como una decena de heridos fueron el
resultado de enfrentamientos entre grupos antagónicos, y no de
disparos por parte de la policía, como sostienen diversas
asociaciones de derechos humanos.

Para el portavoz de la coalición, la forma de proceder más
sensata para Zelaya es "mover hilos diplomáticos desde el exterior
antes de intentar volver a Tegucigalpa", por lo que ve con buenos
ojos su regreso a Washington y la reunión que mantendrá mañana con
la secretaria de Estado, Hillary Clinton.