La Asociación de Jubilados de Estados Unidos
(AARP por siglas en inglés) dispone de un servicio para que las
personas de escasos recursos puedan reducir los costes de los
medicamentos en cerca de 4.000 dólares anuales, informó el jueves ese
organismo.

La AARP creó un nuevo portal en internet que permite a los
beneficiarios de Medicare determinar cuándo podrían entrar o no en
la fase de ausencia de cobertura y sugiere medicamentos genéricos
alternativos más económicos.

De esta forma, se podría evitar que más de tres millones de
beneficiarios de Medicare dejen de disponer de cobertura y tengan
que pagar de su bolsillo la totalidad del valor de los medicamentos.

Gabriela Zabalúa, editora de la publicación de AARP "Segunda
Juventud", explicó que en pocos minutos estas personas pueden
conocer qué medicamentos genéricos pueden comprar

"Los usuarios en 15 minutos pueden determinar el costo del plan
(médico) y la herramienta determina si hay medicamentos genéricos
más baratos que reemplacen los que son más costosos", dijo.

Zabalúa indicó que esta situación tiene un "impacto" directo en
la economía de esas personas, pero también a largo plazo tiene
repercusiones en la salud de estos pacientes, que no pueden comprar
los medicamentos requeridos.

María Haman Reyes, beneficiaria de Medicare, aseguró que los
precios de los medicamentos le impiden obtener las medicinas que le
recetan los médicos.

"En algún momento, claro, no tomo los medicamentos que me receta
la doctora porque no tengo dinero y tengo que dejar de tomarlos.
¿Qué hago sino tengo dinero, de dónde lo voy a sacar sino lo
tengo?", se preguntó Haman Reyes.

En una situación similar se encuentra Juan Antonio Girón, que en
ocasiones le han prescrito medicamentos con un valor de hasta 150
dólares y que no pudo pagar por no poder costearlo.

El 26 por ciento de los afiliados a la cobertura para
medicamentos estuvo durante un tiempo sin esa cobertura en 2007,
según un estudio publicado el año pasado por la fundación Kaiser
Family Foundation.

El informe señaló que entre las personas de 85 o más años de edad
esta cifra se elevó a uno de cada tres afiliados.