El editorial de hoy era para la reforma migratoria pues después de dos aplazamientos por “falta de tiempo” de la reunión del presidente Barack Obama con líderes de ambos partidos por fin se llegó el día.

El jueves 25 de junio, a las 2 de la tarde, estaba prevista la cita para darle el empujón a tan urgente necesidad.

La credibilidad de Obama sobre el tema estaba en juego, pues después de dilatar el asunto, ya tenía que enfrentar a la comunidad inmigrante a la que prometió una reforma migratoria integral, que estaría según sus palabras de hace unos días en un desayuno de oración hispano “a la vuelta de la esquina”.

Durante la semana empezaron a circular versiones encontradas sobre si habían o no lo votos suficientes en medio de un ambiente de incertidumbre.

Para el secretario de Prensa y para el jefe del gabinete, no los hay, mientras que para el senador Charles Schumer sí los hay. La pelota después se la empezaron a pasar entonces entre quién empieza primero la discusión, si la Cámara o el Senado.

La Casa Blanca anunció ayer que la reunión sería sólo de 40 minutos, pero no hacían falta más para decir lo mismo de siempre “que Obama está comprometido con una reforma migratoria”.

Los medios nacionales ni las organizaciones latinas mencionaban el asunto durante toda la tarde.

El inicio del proceso para una reforma migratoria siguió en suspenso, mientras en Los Ángeles se reunieron inmigrantes a orar por la reforma.

Por eso, mejor el editorial está dedicado a cinco ex delincuentes de Filadelfia que ahora ayudan a los jóvenes rebeldes. “La política es floja, en cambio el trabajo aquí es instantáneo”, dice un doctor en antropología que también es miembro del grupo.

Estos ex delincuentes saben que son percibidos con el respecto que inspiran los “malos del barrio” y con esa fama persuaden los jóvenes a dejar los malos pasos de las droga y la delincuencia.

Hombres en Movimiento por la Comunidad (MIMIC) son antiguas leyendas vendedoras de drogas en el barrio y quieren que estos chicos aprendan de sus malas experiencias en la cárcel para desistir de una vida sin futuro.