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La teoría del lobo solitario asesino

   Mientras que nadie puede deshacer el asesinato de Steven Jones, el guardia del Museo Memorial del Holocausto estadounidense, sí nos podemos preguntar si no…

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HOUSTON, Texas – James W. Von Brunn, de 88 años, es el presunto lobo solitario quien entró al Museo Memorial del Holocausto estadounidense el 10 de junio. Steven T. Jones, guardia de seguridad de 39 años, en un acto de amabilidad, le abrió la puerta al pistolero anciano quien cargaba un rifle oculto y disparó a Jones en el pecho desde muy cerca. A Von Brunn, quien rechaza la existencia del Holocausto -con un historial de perspectivas anti-semita y de extremo racismo– le dispararon en el rostro los guardias quienes respondieron a su fuego. Ahora de enfrenta a cargos de homicidio.

Mientras que nadie puede deshacer el asesinato de Steven Jones, sí nos podemos preguntar si no hay otros malhechores en realizar la acción, otros elementos que funcionan como microbios, se supuran y fomentan la fiebre que conlleva al asesinato.

James Von Brunn, nacido en 1920, se dice haber estado asociado con grupos de derechas, de supremacía blanca. Se sabe que en 1964, el ex teniente general del Cuerpo de la Marina, Pedro Del Valle, le dio a Von Brunn un ejemplar de “The Iron Curtain over America”, (1951) de John T. O’Beaty, del cual dijo Von Brunn, “Por primera vez, aprendí cómo los judíos habían destruido Europa y ahora destruían los Estados Unidos”.

El libro, uno de los textos más anti-semita escritos jamás en los Estados Unidos, lo llamó la Anti-Defamation League de B’Nai B’Rith, En él, O’Beaty alega que los judíos de Europa oriental, como el juez del Tribunal Supremo, Felix Frankfurter y el redactor de discursos para el presidente Franklin Roosevelt, Samuel Rosenman, formaban parte del complot. El libro también prestó justificación intelectual a algunos de los ultrajes anti-comunistas con los que se asocia al senador Joseph McCarthy.

Del Valle también recomendó a Von Brunn a una posición con la casa editorial de derechas, Noontide Press, cuyo fundador, Willis Carto, rechazaba la existencia del Holocausto, y quien formara el cabildeo, Liberty Lobby, que aspiraba a tener influencia sobre la política pública.

El general Del Valle anteriormente había disfrutado de una carrera militar muy distinguida y fue el primer hispano en llegar al rango de teniente general. En 1946, el presidente Truman lo consideraría como posible gobernador de Puerto Rico, cuando el cargo era de nombramiento. Del Valle se jubiló de la fuerza militar en 1948. En 1953, con cuatro ex oficiales militares de alto rango, formó el grupo, Defenders of the American Constitution, con el fin de purgar a EE.UU. de las supuestas influencias comunistas, y organizaron a grupos de vigilantes-ciudadanos para cuidar contra el sabotaje y la traición. Del Valle hizo campaña para ser gobernador del estado de Maryland en 1953, pero fue derrotado en la primaria republicana por sus perspectivas controvertidas.

En un bar local, en Cambridge, Maryland en 1968, Von Brunn estaba celebrando haber conseguido una cuenta publicitaria. Después de beber unas cuantas cervezas, vio que un locutor de noticias por televisión anunciara que Lyndon Johnson nombrara a Abe Fortas, judío, como juez principal del Tribunal Supremo. El comentario burdo de Von Brunn suscitó una respuesta de un empresario prominente judío, y terminó en un altercado, Von Brunn tumbó al empresario al suelo. Von Brunn fue detenido y a continuación se armó una pelea con la Policía.

Durante el juicio, el general Del Valle testificó a favor de Von Brunn, pero enfureció al jurado. El juez declaró culpable a Von Brunn y lo condenó a dos años de cárcel.

Hubo otra situación más tarde en Idaho, luego otra en Redding, California, y después una condena por un incidente en el edificio de la Reserva Federal en Washington, D.C.  Luego, hubo peroratas cual aullar contra la luna por internet sobre la intensidad de su moralismo y su desprecio por otros por ser supuestamente inferiores y conspiradores.

Lo que resalta una y otra vez son las redes de personas y organizaciones. Se repulsó al extremismo, pero se transformó. Una genealogía de nociones deshechas que remontan a la Segunda Guerra Mundial, sin una corriente inteligente, fueron los antecesores de un episodio extremista que tuvo éxito.

Las máquinas de propagandas continúan enfrentando a un grupo contra el otro, apelando a aquellas partes del cerebro que los neurocientíficos saben atrofian el funcionamiento de la mente.

Esta infección se moviliza en jauría.  No es la obra de un lobo solitario.

[José de la Isla, cuyo último libro Day Night Life Death Hope, lo distribuye la Fundación Ford, redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service. También es autor de The Rise of Hispanic Political Power (2003). Comuníquese con él a: [email protected]].