Para los integrantes de Casino Free Philadelphia (CFP) “ganarle a la casa” tiene un significado especial.

Así bautizaron una acción que realizarán este fin de semana, como parte de su larga campaña en contra de la construcción de casinos en la ciudad.

“Queremos mandarle un mensaje a la industria que entendemos lo que están haciendo y queremos exponerlo”, dijo Jethro Heiko, organizador del grupo activista.

Este fin de semana, integrantes del grupo, voluntarios y activistas de otras ciudades cercanas viajarán a un casino en la ciudad de Chester para intentar “ganarle a la casa”, en una acción concertada para desafiar los métodos de operación de la industria de juegos.

Aunque se negó a precisar los detalles de la acción, Heiko  explicó que buscarán demostrar que la industria de juegos practica su negocio de una forma “depredadora”, explotando las debilidades humanas para generar ganancias, pero que no intentarán cerrar el casino o impedir sus operaciones.

“La industria ha desarrollado una ciencia de cómo manipular a las personas”, dijo.

Contó que según estudios científicos, cuando una persona siente que casi ganó una apuesta, su cerebro produce dopamina, una sustancia química que da un sentimiento de bienestar, y que ese sentimiento le lleva a seguir jugando, y que incluso puede contribuir a generar una adicción.

Agregó que cerca del 80 por ciento de las ganancias de la industria provienen de sólo 20 por ciento de sus jugadores.

Esto señala, según Heiko, que la industria vive de las personas que son adictas al juego.

Heiko agregó que las personas adictas al juego cometen crímenes, tal como robo o desfalco, para seguir jugando.

“Alguien puede comenzar sacando $100 del cajero en su trabajo, por ejemplo, y piensan que lo van a devolver porque van a ganar más dinero, pero después terminan robando más y más”, contó.

Actualmente, hay dos casinos propuestos para Filadelfia, uno en la esquina de las calles Ocho y Market, y otro en la ribera del Delaware, cerca del barrio de Fishtown.

Las dos instalaciones propuestas estarían compuestas de máquinas tragamonedas, y harían de Filadelfia la ciudad más grande del país con casinos.

El largo proceso de planificación y aprobación para la construcción de los casinos ha enfrentado fuerte oposición local de algunos sectores.

Antes de poder construir, las compañías Foxwoods y Sugarhouse deben obtener crédito  financiero y una serie de permisos y zonificaciones municipales y estatales.