"La evidencia sugiere que Ramírez fue blanco de una golpiza y muerto porque era mexicano", dijo el gobernador de Pensilvania, Ed Rendell, en carta enviada al fiscal general de EEUU, Eric Holder, en la que le insta a presentar cargos por violación a los derechos civiles de este inmigrante por parte de dos estudiantes que fueron absueltos.

Previamente, Rendell, en carta enviada al fiscal a cargo del caso, James Goodman, señaló que ambos absueltos "merecían la máxima posible sentencia por sus roles en el salvaje asalto y muerte de Ramírez".

Rendell envió cartas a Holder y al Departamento de Justicia en la que exige justicia en el caso del asesinato del inmigrante mexicano Luís Ramírez en Shenandoah, PA.

Con lenguaje fuerte, el gobernador calificó el ataque a Ramírez cómo "cobarde y sin sentido y que aparentemente tiene raíces de un crimen de odio".

El Fondo México-Americano de Educación y Defensa Legal (MALDEF) apoyó la iniciativa del gobernador, quien anunció que el estado de Pensilvania no tolerará crímenes de odio.

Ramírez fue asesinado a golpes por un grupo de estudiantes de secundaria en Shenandoah, PA, (Lea, "Tenía que ver con que era mexicano").

El pasado 1 de mayo, la corte del condado Schuylkill, absolvió de los cargos de asesinato en tercer grado a Brandon Piekarsky, de 17 años, y de asalto agravado a Derrick Donchak, de 19, al igual que de intimidación racial a ambos, quienes  fueron convictos sólo por asalto simple.

Lea la carta completa que envió el gobernador aquí.