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Inmigración y Guantánamo socavan derechos en EE.UU.

La organización destacó la elevada mortalidad de mujeres afroamericanas embarazadas y la falta de seguro médico para millones de personas.

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AI recuerda que la Corte Suprema resolvió en junio que los detenidos en Guantánamo tenían derecho a impugnar la legalidad de su detención ante tribunales federales.   

Las detenciones secretas y la prisión de Guantánamo, los malos tratos a los inmigrantes y detenidos, la discriminación contra latinos y afroamericanos y la pena de muerte continuaron siendo en 2008 las mayores ofensas a los derechos humanos en Estados Unidos, según Amnistía Internacional (AI).

En el informe “El estado de los derechos humanos en el mundo” (2009), AI dedica un capítulo a Estados Unidos en el que denuncia también la elevada mortalidad de mujeres afroamericanas embarazadas, y el hecho de que 46 millones de personas no disponen de un seguro de enfermedad, así como la violencia contra mujeres indígenas.

Sobre la cárcel de Guantánamo, en la base naval de EE.UU.s en Cuba, AI recuerda que este sistema de "reclusión indefinida y sin cargos de ciudadanos extranjeros calificados por el Gobierno estadounidense como 'combatientes enemigos', entró en su séptimo año", en el que la Agencia Central de Información (CIA) admitió que entre 2002 y 2003 aplicó el simulacro de ahogamiento en sus interrogatorios.

En 2008, el Pentágono anunció la puesta en libertad de 22 prisioneros de Guantánamo no estadounidenses, con lo que al finalizar el año había en ese presidio unos 250 presos.

AI recuerda que en junio la Corte Suprema estadounidense resolvió que los detenidos en esa base naval tenían derecho constitucional a impugnar la legalidad de su detención ante tribunales federales.

Al finalizar el año, sólo se habían resuelto ocho recursos de habeas corpus de detenidos de Guantánamo, donde también en 2008 se llevaron a cabo los dos primeros juicios a cargo de comisiones militares.

En enero de 2008 se condenó al puertorriqueño José Padilla a más de 17 años de cárcel después de que en 2007 se declarara culpable de participar en una amplia conspiración terrorista.

AI indica que Padilla, con nacionalidad estadounidense, estuvo "tres años y medio bajo custodia militar, sin cargos ni juicio", en los que fue "sometido a periodos de aislamiento extremo y a otros malos tratos que podían equivaler a torturas", a la vez que expresa "dudas inquietantes" sobre la imparcialidad del juicio contra él.

La organización pro derechos humanos denuncia también en su informe "la tortura y malos tratos" por parte de agentes de la policía y funcionarios de prisiones en el territorio continental estadounidense, "relacionados a menudo con el uso cruel de instrumentos de movilización o armas de electrochoque".

Según AI, 59 personas murieron tras recibir descargas de armas Taser en 2008, con lo que el número de decesos ocurridos en estas circunstancias desde 2001 asciende a 346.

Por otra parte, AI afirma que en 2008 siguieron las denuncias "constantes de brutalidad policial y malos tratos en calabozos, prisiones y centros de detención para inmigrantes", y cita el caso de la mexicana Juana Villegas, quien dio a luz en un centro de detención para inmigrantes.

Durante el parto y hasta poco antes del alumbramiento, tuvieron a Villegas "encadenada a la cama por el tobillo y la muñeca derechos. La volvieron a encadenar seis horas después de dar a luz", señala AI.

En 2008 se llevaron a cabo 37 ejecuciones en EEUU, la cifra más baja en 15 años. Uno de los ejecutados fue el mexicano José Medellín, en cuyo caso EEUU incumplió la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y una orden de la Corte Internacional de Justicia, según denuncia Amnistía Internacional en su informe. 

AI pidió un nuevo modelo económico y liderazgo político para superar la “crisis de derechos humanos” que está acompañando a la recesión y a la que los Gobiernos, incluidos los del G20, no están prestando suficiente atención.

“Bajo la crisis económica hay una explosiva crisis de derechos humanos”, dijo la secretaria general de AI, Irene Khan, al presentar el informe anual de la organización.

Khan pidió un “new deal’ (nuevo acuerdo) mundial” sobre derechos humanos con compromisos y medidas concretas de los Gobiernos “para desactivar esta bomba”, e invitó a los líderes a invertir en los derechos “con tanta determinación como lo hacen en la economía”.

 

Las fotografías que Obama no quiere publicar incluyen violaciones

Las fotografías de abusos de detenidos en el marco de la llamada lucha antiterrorista que el presidente de EE.UU., Barack Obama, no quiere ver publicadas ahora incluyen violaciones y agresiones sexuales.

Así lo confirmó al diario "The Daily Telegraph" el general Antonio Taguba, quien llevó a cabo una investigación de lo ocurrido en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

El informe que publicó Taguba en el 2004 recogía acusaciones de ese tipo de abusos, pero no se llegó a revelar la existencia de fotografías que documentaban esos hechos.

La naturaleza gráfica de algunas de esas imágenes puede explicar, según el periódico, los intentos de Obama de impedir la publicación de alrededor de dos mil fotografías de cárceles de Irak y Afganistán pese a una promesa anterior en sentido contrario.

El general Taguba, que se jubiló en enero del 2007, expresó su apoyo a la decisión de Obama al señalar que las imágenes mostraban escenas de "torturas, abusos, violaciones y todo tipo de actos indecentes".

Al menos una de las fotografías muestra a un soldado estadounidense violando supuestamente a una prisionera, mientras en otra aparece un intérprete masculino violando a un detenido del mismo sexo.

En abril, el Gobierno de Obama anunció que se publicarían las fotografías y que no tenía sentido recurrir una sentencia a favor de su publicación ganada por la American Civil Liberties Union.

Pero, tras fuertes presiones de jefes militares, Obama cambió de parecer y dijo que su publicación pondría en peligro la seguridad de las tropas estadounidenses.

Las fotos en cuestión están relacionadas con 400 casos de supuestos abusos ocurridos entre 2001 y 2005 en Abu Ghraib y otras seis cárceles.

Según Obama, los protagonistas de esos actos han sido identificados y se han adoptado medidas contra ellos.