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Vigilan la frontera desde el cuarto de estar

Miles de estadounidenses anónimos vigilan la zona con cámaras conectadas a internet.

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Las tropas que patrullan la
frontera entre EEUU y México cuentan ahora con una inesperada ayuda:
miles de estadounidenses anónimos que vigilan la zona con cámaras
conectadas internet a la caza de traficantes o inmigrantes ilegales.

BlueServo.net, un servicio lanzado en noviembre y que ha recibido
gran atención de los medios de EEUU en las últimas semanas, permite
a cualquiera convertirse en agente de inmigración y controlar su
pedazo de los 3.140 kilómetros de frontera estadounidense con el
vecino del sur.

Puesto en marcha gracias a una iniciativa de Coalición de
Sheriffs de la Frontera de Texas y con 2 millones de dólares de
inversión del estado texano, BlueServo.net ha instalado quince
cámaras a lo largo de la zona fronteriza.

Se trata de regiones no patrulladas ni separadas de México por el
muro levantado por la administración Bush, aunque por razones de
seguridad no se ha especificado su ubicación.

Desde la comodidad de sus casas, los usuarios de BlueServo.net
-más de 43.000 registrados- dedican hasta varias horas al día a
vigilar las pantallas con imágenes del desierto texano.

Para registrarse basta con proveer una dirección de correo
electrónico y contestar a unas cuantas preguntas sencillas. Ni
siquiera es necesario residir en EEUU.

Si advierten cualquier actividad sospechosa -coches aparcados
durante demasiado tiempo o figuras de lo que podrían ser personas
cruzando un río- los usuarios pueden contactar por teléfono o email
con la Coalición de Sheriffs de la Frontera de Texas, que decidirá
si es necesario intervenir.

"Avise si observa durante el día grupos de cuatro o cinco hombres
jóvenes en barco. Por la noche, alerte si ve actividad de vehículos,
barcos o coches", instruye la web a los usuarios interesados en
vigilar la cámara número 14.

Las organizaciones humanitarias y algunos políticos del Partido
Demócrata han puesto el grito en el cielo por este servicio que,
afirman, da alas a los grupos extremistas.

Eliot Shapleigh, senador demócrata en el estado de Texas nacido
en la ciudad fronteriza de El Paso, dijo a los medios
estadounidenses que el programa "complace a estos grupos para
mantenerlos políticamente activos en la materia".

Enrique Morones, de la organización humanitaria Border Angels,
cree que BlueServo no debería ser responsabilidad de civiles.

"El control de la frontera tiene que estar en manos de
profesionales entrenados, no de civiles", dijo a Efe. Este tipo de
programas "exaltan el racismo y ponen en peligro la vida de los
inmigrantes en la frontera".

La falta de preparación o los prejuicios personales pueden dar
lugar a falsas alarmas. "Un tipo vigilando una cámara de BlueServo
desde su casa puede pensar que la persona que ve en imagen lleva un
arma, cuando sólo se trata de un teléfono móvil, por ejemplo".

Morones, cuya organización trata de evitar muertes entre las
personas que cruzan la frontera en la zona de San Diego y el Valle
Imperial, no tiene nada en contra de la existencia de cámaras "si
son usadas por profesionales".

Lo que necesitamos es "contar con fronteras inteligentes y
trabajar con México para que haya una reforma migratoria", añade.

Algunos de los principales diarios de Texas también han criticado
la iniciativa, aunque lo han hecho, principalmente, por su falta de
efectividad.

Don Reay, director ejecutivo de la Coalición de Sheriffs, dijo a
la cadena estadounidense de noticias CNN que el programa ha
contribuido a reducir el crimen en la zona, si bien no hay cifras
oficiales al respecto.

No obstante, reconoció que sólo se han producido cuatro arrestos
desde noviembre en los que la pista fue suministrada por usuarios de
BlueServo.net.

En todos los casos se trató de traficantes intentando introducir
marihuana en EEUU y no de inmigrantes tratando de entrar ilegalmente
en el país.