LIVE STREAMING

Alcohólicos altamente funcionales

Millones de personas trabajan por años mientras abusan del alcohol, poniendo a veces sus vidas, y el bienestar de otros, en gran riesgo.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Luto en Colombia

Piñatas para todos

Un latino en las estrellas

El G.O.A.T. llega a Fili

In Unison exposición

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

 

Sarah Allen Benton difícilmente es una alcohólica estereotípica. Tiene una maestría de ciencias por la Universidad Northeastern y es asesora licenciada en salud mental por el Colegio Emmanuel en Boston. En recuperación del alcoholismo desde hace cinco años, acaba de escribir un iluminador libro acerca de personas como ella misma: "Entendiendo al alcohólico altamente funcional" ("Understanding the High-Functioning Alcoholic"), de la editorial Praeger Publishers.

Con base en la descripción de Benton sobre ellos, los alcohólicos altamente funcionales son capaces de llevar vidas respetables, incluso de alto perfil, normalmente con un hogar, una familia, empleo y amigos. Ese acto de malabarismo continúa hasta que ocurre algo terrible que revela la verdad -- a sí mismo o a terceros -- y obliga a la personas a ingresar a un programa de tratamiento o perder todo lo que significa algo.

Problema oculto

Los típicos alcohólicos altamente funcionales, o AAF, como los llama Benton, viven en la negación con respecto al abuso del alcohol. Colegas, parientes y amigos a menudo facultan o facilitan que continúe la conducta abusiva al negarse a reconocerla y enfrentarla directamente.

"La historia del AAF se cuenta muy rara vez", escribe Benton, "ya que no suele ser de una tragedia evidente, sino de sufrimiento silencioso.

Con base en sondeos y experiencia profesional, ella estima que casi la mitad de todos los alcohólicos son tipos altamente funcionales. El abuso puede continuar por décadas hasta y a menos que ocurra alguna crisis relacionada con el alcohol, como ser arrestado por conducir en estado de ebriedad, ser expuesto por haber hecho indeseadas propuestas de tipo sexual o que le pidan el divorcio al alcohólico cuando sus cónyuges ya no pueden tolerar el exceso de bebida.

O, como Benton, pudieran buscar ayuda luego de reconocer que sin consideración a lo que prueben, son incapaces de beber normalmente y temen que tarde o temprano su buena suerte se agotará.

Muchas personas bien conocidas han reconocido en público sus batallas en contra del alcohol e ingresaron antes que sus vidas terminaran destruidas. Entre quienes fueron mencionadas por Benton están Bett y Ford, el astronauta Buzz Aldrin, las actrices Elizabeth Taylor y Mary Tyler Moore, el actor Robin Williams, los cantantes Keith Urban y Eric Clapton, la leyenda del fútbol americano Joe Namath y el ex Presidente George W. Bush.

Sin embargo, hay millones más -- incluidos dentistas y médicos, catedráticos y profesores, abogados y jueces, periodistas y escritores, bomberos y directores ejecutivos de grandes empresas -- que trabajan por años mientras abusan del alcohol, poniendo a veces sus vidas, y las vidas de otros, en gran riesgo. Se ha sabido de cirujanos que operan con manos temblorosas, e incluso así colegas que sabían o sospechaban que la causa era el abuso de alcohol, no llegaban a enfrentar al médico al respecto. Los empleados que sospechan de un problema a menudo encubren a sus jefes. Benton hizo énfasis en que la gente en posiciones de poder a menudo termina siendo la más difícil de detectar y ayudar, debido a que tienden no estar bajo estrecha supervisión en el trabajo, se asume que son capaces de lidiar exitosamente con la presión de sus trabajos, sus altos salarios les permiten escapar de las consecuencias financieras del consumo excesivo de alcohol, y ven la bebida como su recompensa por el duro trabajo.

Como dijo en su memoria el escritor Pete Hamil, "Una vida de bebida" ("A Drinking Life"), "Si yo era capaz de funcionar, de lograr que el trabajo se hiciera, no había razón de preocuparme por la bebida. Era parte de la vida, una de las recompensas".

En algunos casos la cultura del lugar de trabajo fomenta el alcoholismo altamente funcional. En otros tiempos, el abuso de la bebida era común entre los periodistas, quienes salían por "almuerzos líquidos" y con frecuencia se reunían después del trabajo para tomar unas copas. Cuando se mezclan las vidas laboral y social, el consumo excesivo de alcohol pudiera ser considerado parte del empleo.

Dobles vidas

Un problema ulterior para identificar y conseguirles ayuda a los alcohólicos altamente funcionales es que, con frecuencia, ellos no cumplen con los criterios de abuso alcohólico según se describen en el manual de diagnóstico psiquiátrico. Tienen buenos empleos, desempeñan las tareas esperadas de la vida cotidiana y evitan las complicaciones legales.

En las propias palabras del Dr. Mark L. Willenbring del Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo en el libro de Benton: "La gente puede ser dependiente y no tener problemas de abuso ni en lo más mínimo. Son estudiantes exitosos. Son buenos padres, buenos trabajadores. Cuidan su peso. Van al gimnasio. Después vuelven a casa y beben cuatro martinis o dos botellas de vino. ¿Son alcohólicos? Por supuesto que sí".

En cuanto a sí misma, Benton dijo: "El hecho de tener logros externos me llevó tanto a mí como a otros a excusar mi consumo alcohólico y evitar clasificarme como alcohólica. Mi éxito era la máscara que ocultaba al demonio subyacente y alimentaba mi negación".

Incluso quienes reconocen que tienen un problema con el alcohol pudieran evitar buscar ayuda, debido a que lo perciben como una señal de su debilidad.

Los alcohólicos altamente funcionales están altamente capacitados para llevar vidas dobles, escribió Benton. Para el mundo exterior aparentan que llevan su vida bien y desafían el estereotipo del alcohólico vistiendo a la moda, físicamente atractivos, e incluso con elegancia. De manera similar, tienden a ocultar su consumo excesivo bebiendo solos o introduciendo furtivamente alcohol antes o después de un evento social, así como disfrazando o dando excusas por el olor etílico de su aliento.

Los alcohólicos altamente funcionales también pudieran no ser adictos al alcohol en términos físicos, dejando de beber por días o semanas sin presentar síntomas de abstinencia. Pero dependen psicológicamente del alcohol, a menudo se concentran en cuándo pueden beber de nuevo y están convencidos de que necesitan beber en ciertos ambientes. Aunado a lo anterior, es probable que experimenten lagunas, que no recuerden nada al día siguiente con respecto a una noche de bebida en abundancia, quedando solamente con una cruda como evidencia de su conducta abusiva.

"Pero, sólo porque estas personas son altamente funcionales no significa que no se estén poniendo en riesgo tanto a ellos mismos como a otros", dijo Benton en una entrevista. Bajo la influencia de cantidades excesivas de alcohol, pudieran operar vehículos motorizados o peligrosa maquinaria o tener encuentros sexuales de alto riesgo. Pudieran ser detenidos por conducir bajo la influencia del alcohol, perder importantes obligaciones profesionales o familiares, o llegar tarde al trabajo de manera constante. Asimismo, dijo Benton, "Pueden enfrentan los mismos riesgos de salud que un alcohólico de poco funcional".

00:00 / 00:00
Ads destiny link