LIVE STREAMING

Mickey Ibarra ilumina camino para reconocimiento de los hispanos en la capital estadounidense

Defensor de los derechos latinos y empresario Mickey Ibarra lanzó una red de dirigentes latinos, Latino Leaders Network (LLN), en la capital de la nación hace…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Fighting Sargassum

Community Colleges

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

    Esbozo 

    Defensor de los derechos latinos y empresario Mickey Ibarra lanzó una red de dirigentes latinos, Latino Leaders Network (LLN), en la capital de la nación hace cinco años con el fin de entablar relaciones y diálogo entre los hispanos más activos de toda estirpe política referente a temas de particular importancia a la comunidad.

    Su serie trimestral de reuniones, Leadership Luncheon, se dirige a temas de particular importancia a los 50 millones de hispanos a nivel nacional en lo que celebra también los logros de aquéllos que han contribuido a la multiplicación de sus éxitos. La serie cuenta con el apoyo de una amplia gama de socios del mundo empresarial y de las fundaciones, y atrae a multitudes de más de 350 personas, sin poder acomodarlas a todas.

    Ibarra caracteriza la serie, la cual con frecuencia resulta televisada, como “creada para ofrecer un plataforma para nuestros líderes, para que compartan sus historias personales de los obstáculos que han podido sobreponer en lograr sus metas con la comunidad. Sus historias personales son una fuerza que une y son un fuerte recuerdo de la responsabilidad que todos compartimos en ayudarnos los unos a los otros a tener éxito”.

    Al mismo tiempo, las sesiones instruyen a los que no son latinos sobre el talento que existe entre los dirigentes hispanos, enfatizando que la diversidad es una de las más importantes fuerzas de nuestra nación, explica.

    En el 2008, LLN añadió dos eventos “por el camino” a su programa con almuerzos realizados en Denver y en Minneapolis que coincidieron con los congresos nacionales de los partidos demócrata y republicano. Desde entonces se ha agregado otro evento, un almuerzo juvenil, al asociarse con la Hispanic Heritage Foundation.

    Los ponentes llegan de todas las esferas de la vida, celebrando el liderazgo latino en los deportes, el mundo del entretenimiento, gobierno, periodismo, comunidad y más. Algunos ponentes más recientes incluyen a la periodista María Hinojosa, ex alcalde de Denver, Federico Peña, senadores Mel Martínez (republicano) y Robert Menéndez (demócrata), alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa y actriz/activista social, Eva Longoria.

    El trayecto familiar de Ibarra empezó en México

    Para Mickey Ibarra, la defensa de los derechos ha formado parte de su vida desde siempre. Fue en aquel rol que él afiló las habilidades de liderazgo que lo llevaron a formar parte del personal principal de la Casa Blanco durante la administración de Bill Clinton, a crear su propia empresa y a desarrollar la red, Latino Leaders Network.

    Lidiando con retos de la infancia, representando a educadores o sirviendo de vínculo entre el presidente de los Estados Unidos y funcionarios electos estatales y locales, Ibarra llegó a comprender que lo que él percibía en otros líderes latinos era algo que había que compartir y honrar.

    El trayecto de la familia Ibarra comenzó en México. El padre de Mickey, Francisco Nicolás Santiago Ibarra, emigró de Oaxaca a Utah en 1945 como campesino del programa “bracero”, una iniciativa federal creada para atraer a trabajadores de México a trabajar en la cosecha de los Estados Unidos durante la segunda guerra mundial.

    Francisco se casó con al adolescente Bonnie Bird, una campesina del área central de Utah. Tuvieron dos hijos, Mickey y David. Francisco se unió al ejército y sirvió su turno en Alemania. La madre de los muchachos, quien se quedó para criarlos, los puso para adopción.  Se quedaron bajo la tutela del estado cuando se divorciaron sus padres.

    Cuando Francisco llegaba a visitarlos, pondría a un muchacho sobre cada una de sus rodillas y, recordándole a Mickey que cuidara a su hermano menor, les diría que el éxito estaba entre sus propias manos. Cuando lo lograran, decía, tenían que recordar que habría muchas personas a quienes agradecer. Sin embargo, si fueran a fracasar, no podrían echarle la culpa a nadie más que a sí mismos.

    Después de su turno de servicio, Francisco regresó a Salt Lake City a trabajar con la empresa Kennecott Cooper como parte del equipo de demolición. Después de quince años dejó la empresa para asistir a la universidad gracias a la ley de educación para las tropas, G.I. Bill, y abrió luego su propia empresa como estilista de cabello en Sacramento, California, donde se le unieron sus hijos.

    Allí Mickey asistió a la escuela secundaria y se hizo presidente de su clase el último año. A pesar de ser pequeño, se hizo estrella como jugador de fútbol americano. Estuvo en el ejército de 1970 a 1973.  Como su padre, sirvió en Alemania y asistió a la universidad con el G.I. Bill.

    Recibió su título en la Bringham Young University y luego su maestría en educación en la Universidad de Utah.

    Enseñó a estudiantes de secundaria en alto riesgo durante cinco años. Se involucró en la Asociación de Educación de Utah, haciéndose miembro de su comité ejecutivo. A continuación se mudó a Nuevo México, donde sirvió de director ejecutivo de la filial en Albuquerque de la Asociación Nacional de la Educación (NEA por sus siglas en inglés).

    Lo que siguió fue una temporada en la sede de la NEA en Washington, D.C. Como gerente de políticas, ayudó con la capacitación de miembros de la  NEA, y colaboró en temas de asuntos gubernamentales y apoyo a candidatos a nivel federal.

    En 1997, Mickey asumió el cargo de asistente al presidente Bill Clinton y director de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca, siendo uno de los miembros de más alto rango de la cúpula central del presidente. Su cometido era fomentar apoyo para las iniciativas políticas del presidente y de coordinar esfuerzos por llegar a los dirigentes estatales sobre una amplia gama de temas.

    En 1998, lo nombraron vicepresidente del grupo de trabajo de la Casa  Blanca sobre los juegos olímpicos de invierno en Salt Lake City. Lo nombraron alcalde honorario durante los juegos. Además, fue copresidente del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el uso de drogas en los deportes.

    Mickey dejó el trabajo gubernamental al finalizarse el término del presidente Clinton y lanzó su propia práctica como consultor en temas de relaciones gubernamentales y asuntos públicos en la capital nacional. Rápidamente ha creado una lista de clientes que incluye a corporaciones, asociaciones y gobiernos.

    Podio

    El tema más urgente para los hispanos es la economía en deterioro, dice Ibarra. No obstante, fue el “sistema malogrado de inmigración” el que llevó a los latinos a las urnas en el 2008 para elegir al presidente. “Hemos llegado demasiado lejos en cuanto a la reforma migratoria como para quedarnos cortos de esa meta”, comenta. “Ya es hora de aprobar un plan de reforma migratoria comprensiva que saque a 12 millones de inmigrantes indocumentados de la penumbra y los ponga en un sistema legal de empleo”.

    Una influencia especialNCIA ESPECIAL

“Yo soy el hombre más suertudo de todo Estados Unidos.  He tenido el privilegio de conocer a tantos dirigentes de calidad, si bien en la Casa Blanca o en la escuela”, mantiene Ibarra.

    Muchos individuos le han servido de inspiración y de modelo.  Entre ellos nombra a Henry Cisneros, exalcalde de San Antonio y miembro del gabinete del presidente Bill Clinton. También cita al gobernador de Nuevo México y excongresista Bill Richardson como una influencia que lo inspira.

    “Admiro a estos dirigentes, pero hay tantos más”, dice. “Uno de los momentos de mayor orgullo para mí fue la elección en el 2005 de Antonio Villaraigosa como alcalde de Los Ángeles”.

    (Escritora independiente Elvira Valenzuela Crocker, de Wichita, Kansas, fue presidente de MANA – A Latina Organization. Comuníquese con ella a: [email protected]).

00:00 / 00:00
Ads destiny link