El presidente de EEUU, Barack Obama,
saludó el martes a las pequeñas empresas del país, que dijo que componen
el "motor" de la economía, en la concesión de premios a los pequeños
negocios más destacados del país, entre ellos varios hispanos.

En la ceremonia en la Sala Este de la Casa Blanca, Obama declaró
que "gestionar una empresa pequeña con éxito ya es algo
impresionante en cualquier momento pero aún más este año, cuando
encaramos la recesión económica más grave de las últimas
generaciones".

"Sé que por cada contrato que han ganado, cada venta que han
logrado y cada puesto de trabajo que han creado han tenido muchos
reveses, y traspiés, y noches en blanco pensando cómo iban a poder
mantenerlo todo en pie y cómo se les ocurrió meterse en esto",
afirmó Obama.

El presidente aludía así a personas como Ray Almodóvar, un
empresario de suministros de Defensa nacido en Puerto Rico y que
actualmente reside en Alabama.

Su empresa, Intuitive Research and Tecnology, nació hace diez
años en el comedor de su vivienda pero en la actualidad emplea a más
de un centenar de personas y cuenta con doblar su tamaño en tres
años, para contar con una plantilla de 300 personas y una
facturación de seis millones de dólares.

"Los pequeños negocios representan el 50 por ciento del empleo en
Estados Unidos y cuanto más se invierta más se va a crecer", dijo
Almodóvar.

Según el empresario, su éxito puede servir de aliento para otros
hispanos que se planteen la posibilidad de abrir un negocio.

"Hay campo para crecer, hay muchas oportunidades para empezar
pequeños negocios, aunque el camino es duro y, como dicen en Puerto
Rico, 'hay que meter mano'" y trabajar para conseguirlo, apuntó el
empresario.

Almodóvar no fue el único empresario agasajado en la Casa Blanca.
Lisa Anne Piñeiro, de Carolina del Norte, no sólo fue una de las
premiadas sino también la encargada de presentar al presidente Obama
en la ceremonia.

La empresa de Piñeiro nació, según explicó ella misma, fruto de
la necesidad. Se vio sola para sacar adelante a su hija y comenzó a
trabajar en una empresa constructora.

Con el tiempo se enamoró del sector de la construcción, indicó, y
"pensé que yo podía hacerlo mejor". Nació así su empresa Technical
Services, que comenzó dando servicios de electricidad.

Los malos tiempos llegaron tras los atentados del 11 de
septiembre de 2001, que dejaron muy mal parado a su sector. Piñeiro
no se amilanó y compró una heladería. "A todo el mundo le gustan los
helados, así que decidí que eso es lo que nos sustentaría a mi hija
y a mí", explicó.

Desde la trastienda seguía gestionando su empresa de electricidad
y llegó un momento en que sus propios electricistas le echaban una
mano para servir bolas de helado al público los fines de semana,
según recordó.

Su tenacidad le permitió construir otra heladería -acabaría por
vender las dos de su propiedad- y no sólo remontar la mala racha de
su compañía sino ponerla en lo más alto. Hoy día, Technical Services
cuenta con 78 empleados y en 2008 facturó más de tres millones de
dólares.

El presidente estadounidense rindió homenaje especial a Piñeiro,
de quien destacó que "en su discurso ha quedado claro que sabe cómo
presentar su mensaje de ventas".

"Y su cabello tiene muy buen aspecto", bromeó el presidente, al
recordar que la empresaria comenzó su carrera como peluquera.
También se lo cuidaba en la trastienda de la heladería, apuntó
Piñeiro.

"En esa trastienda, mientras servía helados, regentaba su empresa
de electricidad y se cortaba el pelo. Creo que existe una canción
sobre usted", comentó Obama.

"Existe. 'She works hard for the money' (Ella trabaja duro para
ganar dinero)", replicó Piñeiro, entre risas.