La cantante norteña Alicia Villareal y sus salones de quinceañera fueron la inspiración de Rosa Barreto para abrir el salón de eventos Déjá Vu, ubicado en el norte de la ciudad.

Durante dos años como propietaria, Barreto ha visto de todo. “Un día llegó una quinceañera en un camión de bomberos lleno de flores”.

A pesar de que la boricua no pudo tener una fiesta de quince espera con ansias que su hija de 12 años los cumpla para hacer de ellos algo muy especial.

“Quiero hacerlos al estilo mexicano, porque los ‘partys’ de los mexicanos son bien grandes, además de católicos”, dijo.

Al parecer el verano es la época ideal para los quince, ya que según Barreto todos los fines de semana de junio y agosto están saturados para quinceañeras, mientras que en julio de este año sólo quedan dos días disponibles.

Relató que la comunidad mexicana acostumbra preparar la comida ahí mismo, “un día llevaron un lechón entero ahí mismo en medio del salón”.

Con respecto al precio, el salón de Barreto para 300 personas cuesta $1.200 y para 90 personas $900.

Cuando la niña es mexicana   casi siempre lo pagan los padrinos y cuando son latinas en general casi siempre las abuelas, dijo Barreto.

Aseguró que el negocio no ha bajado.  “Yo me quedo boba porque con la crisis la fiesta sigue”.

Ya estando en la fiesta “lo más importante es el baile”, dijo Héctor Serrano, coreógrafo y director del grupo Fuego.

“Más que una coreografía yo hago como un Brodway Show”, dijo el boricua que lleva 12 años en el negocio.

“Hacemos una mezcla de salsa, merengue y bachata, ensayamos un promedio de tres meses y mis quinceañeras siempre quedan muy contentas porque es todo un acto”, dijo Serrano quien explicó que lo último en quince es lo gótico