Japón, la nueva dinastía del béisbol mundial
Japón logró revalidar el título de campeón en la segunda edición del Clásico.
Un nuevo poder ha emergido en
el deporte del béisbol con el equipo de Japón que logró revalidar el
título de campeón en la segunda edición del Clásico Mundial al ganar
en la gran final por 5-3 a Corea del Sur.
La victoria también dejó a un nuevo héroe dentro del deporte
japonés, en el jardinero derecho Ichiro Suzuki, que milita en el
béisbol de las Grandes, y que con dos "outs" en la pizarra pegó un
doble por el central contra el relevista surcoreano Chang Yong Lim
para que su equipo anotase las dos carreras decisivas.
Suzuki, que fue el jugador más valioso del partido y el que hizo
posible el triunfo de Japón, estableció la diferencia con su clase
al pegar cuatro imparables en seis turnos al bate para dejar en 6
indiscutibles y 10 turnos en los dos mundiales que ha disputado.
Japón que estuvo en la parte baja de la novena a sólo un "out" de
haber ganado antes el partido, demostró una vez más el gran nivel
que ha adquirido el deporte del béisbol en la isla y confirmo que se
ha convertido en la nueva dinastía mundial.
Japón ha ganado a todos los equipos que llegaban como máximos
aspirantes al título de campeones como fueron Cuba, al que ganó en
la segunda ronda, y luego a Estados Unidos en la semifinal.
Una vez más el equipo que dirige el manejador Tashunori Hara
aportó un gran pitcheo, una defensa excepcional y sobre todo un
bateo oportuno al que Corea del Sur, al final, se tuvo que rendir.
Las tres primeras carreras de los bicampeones tuvieron el sello
característico del béisbol japonés con toque de pelota, velocidad en
las bases y sobre todo una gran dosis de picardía, que demuestra la
gran preparación y unión que llegó el equipo al torneo.
Luego el joven relevista Yu Darvish, un derecho de sólo 22 años,
dio todo un espectáculo desde el montículo con la variedad de
lanzamientos que ejecuta y la manera tan fácil que pone "out" a los
bateadores rivales.
Darvish (2-1) se quedo con el triunfo, a pesar que el antesalista
coreano Bum Ho Lee puso suspense y dramatismo al marcador final al
pegar sencillo para remolcar a Jong Wook Lee con la carrera del
empate 3-3 en el cierre de la novena entrada.
El relevista japonés otorgó boletos consecutivos a Hyun Soo Kim y
Tae Kyun Kim, y Bum Ho Lee impulsó al corredor emergente Jong Wook
Lee con sencillo al jardín derecho con dos "outs" en la pizarra.
Nada de eso desconcentró al joven lanzador, que además recibió
todo el apoyo del manejador japonés, Tasunori Hara, para que
continuase en el montículo y saliese en la décima entrada.
Además, Suzuki, el mejor jugador en el terreno y quien ya había
pegado tres imparables en el partido, conectó sencillo impulsor de
dos carreras contra el relevista coreano Chang Yong Lim para poner aJapón en ventaja 5-3 y a las puertas de su segundo título
consecutivo.
Hara sabía que Darvish era el lanzador ideal para acabar el
partido y conseguir la histórica victoria que no sólo retener el
título de campeones del torneo sino también evitar que su eterno
rival lograse el doblete del título mundial y la medalla de oro
olímpica que consiguió en los Juegos de Pekín 2008.
Antes, el abridor japonés Hisashi Iwakuma, de 27 años, fue casi
intocable y no permitió hits hasta después de dos "outs" en el
cuarto episodio.
Después de retirar a los 12 primeros bateadores que enfrentó con
todo tipo de rectas de más de 140 kilómetros por hora y sliders.
Ahora la serie particular entre Japón y Corea del Sur sigue
empatada 4-4 en ocho confrontaciones en el Clásico Mundial, peroJapón ha ganado los dos partidos de la gran final y es por eso que
con todo los honores es la nueva dinastía del béisbol mundial.
El deporte pasatiempo nacional en Estados Unidos y Cuba, cuyos
equipos nacionales fueron eliminados en semifinales y la segunda
ronda, respectivamente, pero que también ayudaron a que el torneo
consiguiese un éxito rotundo de asistencia.
Incluida la que se dio para el partido de la gran final con
54.846 espectadores, nueva marca de asistencia en el torneo, que
llegaron al Dodger Stadium.
Los organizadores confirmaron que entre las semifinales y final
al Dogers Stadium llegaron 150.000 espectadores, que también se
convirtió en una nueva marca.
Después de 18 días de competición y 39 partidos disputados en
siete sedes diferentes, la asistencia global a la segunda edición
del Clásico Mundial fue de 801.408 espectadores, 70.000 más que en
el 2006, cuando se registró 737.112 personas que pagaron entradas
para ver la competición.
A pesar del éxito de asistencia, el torneo volvió a dejar
importantes interrogantes en cuanto a su futuro, que para muchos
cuando llegue el 2013, fecha establecida para la tercera edición, el
comisionado de las Grandes Ligas haya decidido que el verano es la
mejor fecha para disputarse el torneo mundial.
Para eso tendrá que haber un receso en la competición regular de
las Grandes Ligas y el actual comisionado, Bud Selig, ya adelantó
que no era posible, como tampoco lo fue el enviar a las estrellas a
los Juegos Olímpicos, que le costó dejar de ser deporte oficial.
Pero en lo que todos parecen estar de acuerdo es que el torneo ya
ha comenzado a rodar con algunas bases sólidas y al margen de las
críticas que se le han hecho tanto por parte de los dueños de los
equipos de las Grandes Ligas como por directivos y políticos de
otros países como Cuba y Venezuela, ha llegado para quedarse.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.