La Unión Europea ha anunciado hoy que pedirá a Estados Unidos toda la información disponible sobre los reclusos de Guantánamo, incluida la de carácter secreto, para tener la garantía de que los detenidos que reciba no son peligrosos.

Los ministros de Interior de la UE debatieron hoy la posibilidad de acoger a algunos de los detenidos y así ayudar al Gobierno del presidente Barack Obama a cumplir su decisión de cerrar ese centro.

"Antes de tomar una decisión necesitamos toda la información complementaria", afirmó el ministro checo del Interior y presidente de turno del Consejo de Ministros, Ivan Langer, en una conferencia de prensa, donde reconoció que hay "preocupación" en algunos ministros por los riesgos que puedan plantear los presos.

"Estados Unidos nos ha hecho una petición sobre los detenidos que no presentan ningún peligro, pero hay que verificarlo", incidió el comisario europeo de Justicia y Seguridad, Jacques Barrot.

Langer y Barrot viajarán a Washington entre los próximos 16 y 18 de marzo para obtener más detalles de las autoridades estadounidenses, y solo a partir de entonces habrá una propuesta concreta.

El ministro checo dijo que pedirán a EEUU toda la información existente, porque "no puede mantenerse nada en secreto a un país que acoja a un detenido".

El ministro español, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó que la acogida de presos de Guantánamo en los países comunitarios plantea "problemas legales de todo tipo" que la UE debe resolver para poder aceptar la petición estadounidense.

Se trata de "un problema muy difícil" desde el punto de vista jurídico, ya que hace falta que la Unión defina primero un marco común con cuestiones como el estatus legal de estas personas, así como sus derechos y obligaciones ante las autoridades nacionales, añadió Rubalcaba.

Entre esos problemas figuran el tipo de estatus legal que puedan recibir esas personas (por ejemplo, si es un refugiado).

Otra cuestión clave es si se les restringe el derecho a la libre circulación por la Europa sin fronteras del espacio Schengen.

Barrot reconoció que es imaginable que los presos de Guantánamo acogidos en Europa tengan limitado su derecho a desplazarse únicamente en el territorio del país de destino.

En todo caso, la decisión final dependerá de cada uno de los países comunitarios, aunque dentro de un principio de "transparencia y de compartir la información" entre todos, según precisaron la presidencia y la Comisión en una nota.

Según organizaciones humanitarias, actualmente quedan en Guantánamo unos 244 detenidos, de los que una treintena podrían ser juzgados en EEUU y otros 60 no tienen causas pendientes con la justicia de Washington pero tampoco pueden volver a sus países por miedo a ser torturados o perseguidos.

Hasta ahora, nueve países de la Unión Europea (España, Portugal, Francia, Alemania, Finlandia, Irlanda, Estonia, Letonia y Lituania) se han mostrado dispuestos a acoger a alguno de ellos.

El ministro español dijo que después de todo lo que la UE ha insistido a Washington para que cerrara Guantánamo, es "razonable" que los europeos ayuden ahora a Obama a clausurar el centro.

"Ante la propuesta que nos hace Estados Unidos, la petición de cooperación, España responde sí", recalcó Rubalcaba,

Entre 4 y 6 de los detenidos estarían interesados en asentarse en España, según la organización no gubernamental Reprieve, pero Rubalcaba afirmó que las autoridades no tienen información oficial sobre esa cuestión.

El coordinador antiterrorista de la Unión, Gilles De Kerchove, indicó que todavía hay que esperar la decisión de las autoridades de Washington, donde varios grupos de trabajo examinan la situación de cada detenido.

Explicó que la UE maneja la opción de acoger a los presos considerados inocentes, una categoría distinta a la de los catalogados como peligrosos pero contra los que no hay actuación legal, porque sus pruebas se obtuvieron de forma ilícita.

De Kerchove vaticinó que este diálogo entre Washington y Bruselas se prolongará durante meses.

Entre las cuestiones que tratarán está si EEUU pagará alguna compensación a esos presos liberados, si se hará cargo de parte de los gastos (por ejemplo, del tratamiento psicológico), o qué pasaría si los ex detenidos demandan en su país de acogida a las autoridades de Washington por detención ilegal o torturas.