Por primera vez desde 2005, el número de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos se redujo en enero de 2008, último mes con cifras disponibles, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.

El informe anual de dicho Departamento, publicado el martes, revela que la cifra de inmigrantes ilegales que vivían en el país en enero de 2008 es de 11,6 millones, mientras que en el mismo mes de 2007 era de 11,8.

El Departamento, que lleva elaborando estimaciones anuales de población no autorizada desde 2005, había confirmado hasta ahora, año tras año, que el número de inmigrantes clandestinos que residía en el país iba en aumento.

En concreto, el estudio establece un ascenso de un 37 por ciento en la población inmigrante no autorizada entre los 8,5 millones que se contabilizaron en 2000 y los 11,6 de 2008.

Sin embargo, el Departamento no dio estimaciones de población entre 2001 y 2004, por lo que no puede afirmarse que el de 2008 sea el primer descenso de población ilegal en EEUU en la década.

En cuanto a la procedencia de estos indocumentados, México sigue siendo el país de origen mayoritario, de donde viene un 61 por ciento de la población ilegal, seguido, en porcentajes mucho menores, de otros países latinoamericanos.

El aumento porcentual en la población sin papeles en los últimos ocho años se registró, sin embargo, entre inmigrantes procedentes de Honduras, ya que hoy viven en EEUU un 81 por ciento más que en 2000, y de Brasil, en cuyo caso hay un 72 por ciento más.

No obstante, tanto la población ilegal hondureña como la brasileña representan tan sólo un 2 por ciento cada una del total de no autorizados, mientras que los ecuatorianos suponen un 1 por ciento.

Dos países centroamericanos, El Salvador y Guatemala, siguen a México en la clasificación porcentual por países de origen, con un 5 y un 4 por ciento, respectivamente, del total población inmigrante ilegal.

Entre 2000 y 2008, la población inmigrante procedente de El Salvador y de Ecuador se ha mantenido relativamente estable, contándose por decenas de miles de personas, mientras que el ascenso en el caso de los originarios de México ha sido de 2,3 millones.

La lista de los diez países de los que procede el grueso de la inmigración ilegal en Estados Unidos se completa con naciones asiáticas: Filipinas, con un 3 por ciento, Corea y China, con un 2 por ciento cada una, e India, con un 1 por ciento.

El estado en el que reside la mayor parte de la inmigración no autorizada sigue siendo California, que acoge a 2,9 millones, seguido por Texas, donde viven 1,7 millones, mientras que Georgia, Arizona y Nevada fueron los estados con un mayor aumento exponencial de población ilegal.

Después de los años 90, cuando entró en Estados Unidos un 44 por ciento del total de inmigrantes ilegales que hoy residen en el país, el periodo en el que el flujo de entrada estuvo más activo fue el comprendido entre 2000 y 2004, cuando ingresó en el país un 28 por ciento de la población no autorizada.

Entre 2005 y 2007, en cambio, entró en el país poco más de un millón de ilegales, un 9 por ciento del total.

Por edades, el grupo predominante es el de 25 a 34 años, seguido del de 35 a 44.

El género mayoritario es el masculino, que representó en 2008 un 57 por ciento del total, cifra que asciende a un 62 por ciento si sólo se cuentan los menores de 34, mientras que las mujeres predominan entre la población no autorizada mayor de 45 años.