El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunciará hoy en Phoenix (Arizona) su plan contra las ejecuciones hipotecarias, que estará dotado con al menos 50.000 millones de dólares.

Obama llegó a Phoenix la pasada noche procedente de Denver, en Colorado, donde promulgó el plan de estímulo económico valorado en cerca de 787.000 millones de dólares.

Arizona es uno de los estados más afectados por la crisis inmobiliaria y la caída en el valor de las viviendas.

Hasta el momento, la Casa Blanca no ha querido aportar detalles sobre el contenido del plan, que será presentado a las 17.15 GMT.

El portavoz presidencial, Robert Gibbs, se limitó a indicar ayer que el objetivo es "atajar la creciente marea de ejecuciones hipotecarias, así como ayudar a la gente que padece riesgo de perder su casa porque ha perdido valor como resultado de la situación económica".

Entre otros aspectos, se espera que el plan incluya medidas para presionar a los bancos a que modifiquen las condiciones de sus hipotecas de manera que los propietarios de viviendas con problemas puedan pagar cuotas mensuales más reducidas.

Otra de las posibilidades con que se ha conjeturado es que se permita a los jueces el alterar los términos de las hipotecas para las viviendas.

La presentación de la medida en torno a las ejecuciones hipotecarias tendrá lugar después de que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, anunciara la semana pasada un plan de rescate para la industria financiera.

A lo largo del año pasado, más de 2,3 millones de propietarios de viviendas vieron ejecutadas sus hipotecas, lo que representa un aumento del 81 por ciento con respecto al año anterior.

La crisis hipotecaria desató la crisis económica que vive hoy EE.UU. y, a juicio de muchos analistas, hasta que no consiga resolverse no iniciará su recuperación la economía.