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Pasó estímulo sin "E-verify"

Removieron cláusula republicana que  exigía a empresas  verificar estatus migratorio de empleados (actualización 3.33 p.m.).  

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"Creo que los estadounidenses estarán furiosos cuando sepan de esto. El Congreso les dice una cosa, y luego al caer la noche, el Senado hace otra", dijo al Chicago Tribune el senador republicanos Jeff Session, quien estuvo a favor de incluir la cláusula sobre E-Verify.

"Es otro ejemplo de por qué la gente no confía en el Congreso", dijo Session al diario, que señala que la medida buscaba garantizar que los trabajos que genere el estímulo fueran para ciudadanos estadounidenses o inmigrantes documentados, y no para indocumentados.

Por otra parte, el empresariado de EEUU había rechazado la cláusula al considerar que supondría costos millonarios.

La versión del plan que aprobó la Cámara de Representantes el pasado 28 de enero contenía dicha cláusula propuesta por el republicano Jack Kingston (Georgia) que exigía que todo contratista federal inscribiera en el programa electrónico "E-verify" para verificar el estatus migratorio de sus empleados.

Al igual que el resto de los republicanos en la Cámara Baja, Kingston terminó votando en contra del plan de estímulo por considerarlo costoso e ineficaz.

Pero el daño ya estaba hecho y el sector empresarial, que a través de la Cámara de Comercio de EEUU ya había entablado en diciembre pasado una demanda en contra de la expansión de "E-verify", continuó presionando al Congreso para que desistiera de esa idea.

La versión del Senado no la incluyó pero ambos planes tenían que ser sometidos a un proceso de armonización bicameral para producir un sólo texto definitivo antes de enviarlo al Despacho Oval.

"Esperamos que el Congreso desista de la idea de exigir que las empresas y contratistas se inscriban en el programa 'E-verify', porque el sistema contiene un alto índice de error y porque costará a las empresarias millones de dólares", había dicho Randy Johnson, de la Cámara de Comercio.

Según Johnson, vicepresidente de asuntos laborales e inmigración de la Cámara de Comercio, en la fuerza laboral de EEUU hay aproximadamente 165 millones de trabajadores y "un índice de error de tan sólo un uno por ciento es enorme".

Johnson señaló que, según cálculos de economistas, la obligatoriedad de la ley supondría un costo de al menos 1.000 millones de dólares para la comunidad empresarial.

Ese costo se debe a que, ante el índice de error de la base de datos del Gobierno federal, las empresas tendrían que despedir a empleados -sin que tengan la culpa del error burocrático-, e invertir fuertes sumas en la contratación y capacitación de nuevos empleados.

Eso sin contar los "miles de millones de dólares" que le costaría a la sociedad estadounidense por el tiempo que pierden los empleados para corregir errores y para batallar contra la burocracia federal.

"E-verify" comenzó como un programa piloto y es un sistema electrónico administrado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y de la Administración de Seguridad Social (SSA) en el que la empresas pueden verificar el estatus migratorio de sus empleados.

La ley federal prohíbe la contratación de personas que no tengan sus papeles en regla y el Gobierno federal quiso facilitar, con este programa, el proceso de verificación de documentos.

Según datos oficiales, más de 87.000 empresas se han inscrito en el programa. El año pasado, se realizaron más de 6,5 millones de consultas a las bases de datos federales, que en su conjunto contienen alrededor de 504 millones de archivos.

Hasta ahora, la participación en "E-Verify" es voluntaria pero, tras una orden ejecutiva emitida en 2008 por el entonces presidente George W. Bush, será obligatoria para contratistas y subcontratistas federales a partir del próximo 21 de mayo.

La versión del plan de estímulo de la Cámara de Representantes hacía esa participación obligatoria para toda empresa que busque contratos con el Gobierno federal, antes de lo previsto.

Un estudio encargado por DHS en 2007 destacó que el programa "E-Verify" no está libre de errores y esos errores resultan costosos.

Los partidarios de "E-Verify" arguyen que así se combatirá la contratación de inmigrantes indocumentados.

Pero el programa adolece de numerosos problemas, incluyendo errores que pesan contra los mismos estadounidenses que, aparte de afrontar el riesgo de perder sus casas y empleos, tendrán que gastar dinero que no tienen para corregir errores en el programa "E-Verify".

Y ni decir del índice de error de casi el diez por ciento contra los extranjeros que se han nacionalizado, ni de la vulnerabilidad del programa a posibles fraudes.

La ampliación de "E-Verify" es una pésima receta ante la crisis que aqueja a la primera potencia económica del mundo.

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