El presidente Barack Obama creó hoy una agencia de la Casa Blanca similar a la que puso en marcha su predecesor, George W. Bush, y que funciona como enlace con grupos religiosos para la asistencia social.

Se trata de la "Oficina de la Casa Blanca para las Asociaciones con Grupos de Fe y Vecindario". La anterior, que Bush creó por decreto cuando llegó a la presidencia en enero de 2001 se llamaba "Oficina de la Casa Blanca de Iniciativas de Fe y Comunidad".

"En días y semanas recientes se ha hablado mucho acerca del papel que debería desempeñar nuestro gobierno durante esta emergencia económica", dijo Obama. "Y eso está bien, porque hay mucho que el gobierno puede y debe hacer para ayudar a la gente necesitada".

"Pero, por mucho dinero que invirtamos, o por muy cuidadosos que seamos en el diseño de nuestras políticas, el cambio que buscan los estadounidenses no vendrá solamente del gobierno", añadió. "Hay una fuerza para el bien que es más grande que el gobierno".

Cuando Bush trajo su idea a la presidencia recibió críticas muy duras de quienes insisten en la separación de religión y Estado y entre grupos que se denominan como liberales, y denuncias de sectores más conservadores y fundamentalistas que consideraron perjudicial para las organizaciones religiosas su asociación con el Estado.

Básicamente la Oficina creada por Bush canalizó algunos millones de dólares para servicios sociales operados por grupos religiosos u organizaciones comunitarias.

Según Obama la "fuerza para el bien que es más grande que el gobierno" es "una expresión de fe, el anhelo de devolver a la sociedad, que se revela no solo en los templos, sino en los centros de atención a los ancianos, en los albergues, en las escuelas y en los hospitales".

Según la Casa Blanca la nueva oficina "será un recurso para organizaciones comunitarias y sin fines de lucro, seculares y religiosas, que busquen tener un impacto mayor en sus comunidades".

Al frente de la nueva oficina Obama designó a Joshua DuBois, quien fuera director de Asuntos Religiosos en la campaña electoral.

Entre los miembros del consejo directivo se cuentan Arturo Chávez, presidente del Centro Cultural Mexicano Estadounidense en San Antonio (Texas), y Jim Wallis, director ejecutivo del grupo activista católico Sojourners, de Washington DC.