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México: varias tareas pendientes DD.HH.

Human Rights Watch (HRW) elogió el miércoles a países latinoamericanos por sus esfuerzos.  

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Human Rights Watch (HRW) elogió el miércoles a
países latinoamericanos como Argentina, Chile, Costa Rica, México y
Uruguay por sus esfuerzos para estar "a la cabeza" de la defensa de
los derechos humanos en foros internacionales.

En su informe anual, que revisa la situación de los derechos
humanos en el mundo en 2008, HRW señala que EEUU y la Unión
Europea (UE) ya no son los únicos que promueven el respeto a los
derechos humanos en el exterior y que varios gobiernos en América
Latina, Asia y África han asumido un papel cada vez más importante
en esta materia.

En América Latina destacan los gobiernos de Argentina, Chile,
Costa Rica y Uruguay, que "han apoyado sistemáticamente iniciativas
para la defensa de los derechos humanos", desde el Tribunal Penal
Internacional hasta el Consejo de Derechos Humanos" de la ONU, con
sede en Ginebra, indicó la organización.

México, por su parte, "ha jugado un papel importante" en ese
órgano, al abogar activamente por que todos los países participen en
el Examen Periódico Universal (EPU); en la Asamblea General de la
ONU, donde defendió la independencia del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos; y en el Consejo de Seguridad, donde es miembro no
permanente y ha pedido que se dé más prioridad a esta materia.

Pese a los elogios que otorga HRW al Gobierno del presidente
Felipe Calderón por defender los derechos humanos en el exterior, la
organización también subraya que aún tiene que hacer sus deberes en
casa.

"Desafortunadamente, México ha sido lento a la hora de responder
a los severos y persistentes problemas de derechos humanos que
registra en casa", sentencia HRW en su informe.

En concreto, la organización reprocha a ese país latinoamericano
que se haya opuesto a una cláusula que quería incluir EEUU en la
Iniciativa Mérida para condicionar su financiación para la lucha
contra el narcotráfico y el crimen organizado a la mejora de los
derechos humanos en México.

HRW también acusa al Gobierno mexicano de haber ejercido
"presiones" para conseguir el traslado del representante en el país
de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos, Amerigo Incalcaterra, "por sus comentarios críticos" sobre
el trabajo del Ejecutivo en materia de derechos humanos.

El Gobierno mexicano aseguró que el traslado de Incalcaterra
responde a un trámite habitual del organismo, y el propio
representante de la ONU señaló que la decisión responde a un "cambio
normal" en el seno de la institución multilateral.

HRW también se refiere en su informe a Brasil, país que "ha
apoyado en los últimos años activamente los mecanismos del sistema
interamericano de derechos humanos de la Organización de Estados
Americanos (OEA)" -la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH)-.

No obstante, destaca HRW, Brasil "ha mostrado en otras ocasiones
simpatía por el punto de vista defendido por algunos países que
obstruyen la defensa de los derechos humanos con el argumento de la
soberanía", como cuando se negó a firmar el tratado internacional
para eliminar las bombas de racimo, consideró la organización.

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim,
explicó en diciembre que su país se negó a firmarlo porque quería un
tratado más amplio.

En su extenso informe, HRW menciona asimismo a Cuba, que, dice,
"sigue siendo el único país en América Latina que reprime casi todas
las formas de disidencia política", después del traspaso del poder
de Fidel Castro a su hermano Raúl.

Esta organización afirma que el Gobierno cubano ha reducido su
papel de "obstructor" de la defensa de los derechos humanos en los
foros internacionales, si bien con el "entendimiento tácito" de que
el Consejo de Derechos Humanos no reviva resoluciones críticas.

El año pasado firmó dos tratados fundamentales de derechos
humanos y conmutó sentencias de pena de muerte de varios presos.

Pese a ello, "estas medidas no han conducido a cambios políticos
significativos en Cuba" y la "maquinaria represiva "sigue intacta y
sigue denegando sistemáticamente a su gente sus derechos básicos",
concluye HRW.