Al contrario que en la cena de Fin de Año, en la de Nochebuena manda la tradición en la mesa iberoamericana, con platos revestidos de ese aroma de hogar que aportan las recetas de “toda la vida”, clásicas, pero ajustadas, eso sí, a tiempos de crisis.

La cena de Nochebuena, con ese regusto a cocina cristiana de platos hondos y antiguos, celebra la despensa de la abuela hispana ajena a la informalidad ruidosa de Fin de Año y a fórmulas de autor o vanguardia.

De esta cocina, los ojos se disparan tras la gallina rellena horneada al estilo nicaragüense, las exquisitas hallacas venezolanas, el lechón asado, auténtico rey de la mesa navideña en Puerto Rico y entre los cubanos, o las prehispánicas pupusas de maíz rellenas, entre otros platos.

Los hispanos apelan también en la noche del 24 de diciembre a las apetitosas sopas de poro -planta parecida a la cebolla- mexicanas o al contundente ajíaco -puchero- colombiano.

En cuanto a la cena de los españoles en Estados Unidos, los fervorosos partidarios del cochinillo (cerdo lechal) o del celestial cordero hacen votos para que no falten en la mesa, aunque los pescados al horno como la dorada o la lubina son también bien recibidos.

Eso sí, al rito de solazarse con buenos asados o finos pescados le sigue una tradición imperecedera: el capítulo de los turrones y mazapanes, que llenan en estas fechas los anaqueles de los supermercados y tiendas estadounidenses.

Pero son muchos los inmigrantes que tendrán que apretarse el cinturón a la hora de elaborar el menú de Nochebuena.

“Ahora está todo tan malo que no sabemos qué va a pasar”, se quejó Esperanza Vargas, quien comanda los fogones del restaurante nicaragüense Guayacán, en Miami, desde hace 20 años.

Vargas, reconoció que tendrá que vigilar los gastos de compra en estas fechas, pero dejó claro que en la cena de Nochebuena no va a faltar la gallina rellena de cerdo y verduras y acompañada de arroz.

Y como postre, el tradicional tres leches o pío V, por que, puso de relieve, “hay que mantener la cocina tradicional nicaragüense y sus recetas”.

Para el cocinero de origen cubano Arturo Artiles, no puede darse una cena de Nochebuena cuajada de emociones culinarias sin el placer de degustar el lechón asado al estilo criollo, sacramentado con naranja agria, ajo y comino.

El español Ernesto Llerandi, propietario de Delicias de España, un local situado también en la Florida, reconoce que la situación de crisis es seria y que las ventas han bajado en el establecimiento como consecuencia de la actual recesión en Estados Unidos.