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Cumbre: Países ricos son los responsables de la crisis

América Latina pide a países ricos que asuman costos de la crisis.

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La declaración final de la Cumbre de América Latina y el Caribe, que concluye hoy miércoles, contiene una decidida apuesta por la integración regional, responsabiliza a los países ricos de la crisis financiera mundial y pide que asuman los costos de su solución.

El borrador del texto, que será aprobado por los jefes de Estado y de Gobierno de la región reunidos en Brasil, subraya el "significado histórico" de esta primera cita que reúne a los países América Latina y el Caribe sin la presencia de Europa ni de EEUU.

Los mandatarios expresan su "gran preocupación" por la crisis financiera actual y recuerdan que "los países desarrollados fueron los causantes" y "por ende deben asumir los costos de su solución".

Los países en vías de desarrollo, continúa el borrador del texto al que tuvo acceso Efe, "no deben ser penalizados por prácticas financieras no sustentables en los países desarrollados".

El documento apuesta por un amplio diálogo internacional, con la participación activa de los países en desarrollo, para la construcción de una "nueva arquitectura financiera internacional" que incluya una regulación eficiente y transparencia en el funcionamiento del sistema financiero mundial.

La declaración subraya el "papel decisivo" de la integración regional para el crecimiento de los países y la preservación de los logros sociales, al tiempo que aboga por reglas estables en el comercio internacional que contribuyan a la recuperación económica.

América Latina pide también a los países desarrollados que eliminen los subsidios a los productores y las exportaciones agrícolas y denuncia que esta política "representa un riesgo para la seguridad alimentaria y nutricional de la población de los países en desarrollo más vulnerables".

Además, la declaración reclama una reforma de las Naciones Unidas "que fortalezca y garantice la eficacia, transparencia, representatividad y democratización de sus órganos principales, en particular el Consejo de Seguridad".

También expresa la "preocupación" de los líderes latinoamericanos por "el crecimiento de la xenofobia y la discriminación en el mundo" y por las "iniciativas tendentes a impedir la libre circulación de personas", además de condenar la "criminalización de los flujos migratorios y las medidas que atentan contra los derechos humanos de los migrantes".

La libre circulación de personas, continúa el texto, "es tan importante como la circulación de bienes y los flujos financieros".

Los mandatarios reunidos en la Costa do Sauípe, un bello balneario del noreste de Brasil, reiteran su apuesta por la cooperación Sur-Sur y acuerdan analizar mecanismos económicos conjuntos, como fórmulas de pago en monedas nacionales, experiencias en moneda común y mecanismos para estabilizar la balanza de pagos.

Asimismo, se proponen estudiar la creación de fondos financieros para apoyar proyectos de desarrollo, promover la cooperación regional para mejorar la generación de energía y los proyectos de infraestructuras.

En materia política, subrayan su compromiso con "la defensa de la soberanía y del derecho de todo Estado a construir su propio sistema político, libre de amenazas, agresiones y medidas coercitivas unilaterales en un ambiente de paz, estabilidad, justicia, democracia y respeto a los derechos humanos".

Además, incluye tres resoluciones particulares que instan al diálogo entre Londres y Buenos Aires sobre la soberanía de las Islas Malvinas, piden a Washington que levante el embargo contra Cuba y solicitan a la Comisión Europea que otorgue a Panamá los beneficios del régimen especial de estímulo para el desarrollo sostenible para el período 2009-2011.

La declaración será aprobada antes la clausura de la I Cumbre de América Latina y el Caribe, a la que asisten todos los gobernantes de la región, salvo los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; Perú, Alan García; Costa Rica, Óscar Arias, y El Salvador, Elías Antonio Saca.