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Plan de ayuda a la industria automotriz divide al Congreso

El acuerdo de 14.000 millones de dólares para auxiliar a las automotrices prevé un estricto control sobre las compañías que acepten los préstamos.

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La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi.

La Casa Blanca y los demócratas en la Cámara de Representantes llegaron a un acuerdo para proporcionar 14.000 millones de dólares en ayuda a General Motors (GM), Ford y Chrysler, pero el proyecto de ley aún espera el respaldo de los republicanos en el Senado.

A última hora de la noche del miércoles, la Cámara de Representantes, presidida por la demócrata Nancy Pelosi, aprobó el proyecto de ley con 231 votos a favor y 170 en contra.

Se prevé que de los 14.000 millones de dólares en ayudas acordado por los demócratas y la Casa Blanca, 10.000 millones irán a parar a General Motors, mientras que los 4.000 restantes serán recibidos por Chrysler.

Ford, que cuenta con más liquidez que sus rivales, ha señalado que aguantará de momento sin solicitar un salvavidas a Washington, aunque podría acogerse en el futuro

General Motors necesita 4.000 millones de dólares para terminar el año y otros 6.000 millones para el primer trimestre de 2009.

Por su parte, Chrysler ha señalado que necesitará 4.000 millones de dólares para cubrir sus operaciones durante los tres primeros meses de 2009.

Según la cadena de televisión CNN, el proyecto de ley establece un estricto control sobre las compañías automovilísticas que acepten el dinero público.

Por ejemplo, los salarios de los directivos de las empresas estarán limitados y se prohibirán las generosas compensaciones que reciben en caso de terminación de contratos.

Además, GM y Chrysler tendrán que eliminar su flota de reactores corporativos y no pagarán dividendos mientras los préstamos no hayan sigo cancelados.

El proyecto también establece el nombramiento de un “zar” que supervisará la reestructuración de las empresas y que puede obligar a la devolución de los préstamos si no cumplen con los planes, lo que las llevaría a declararse en suspensión de pagos.

El “zar”, cuyo nombramiento ha sido defendido por el presidente electo, Barack Obama, tendría que tener en su posesión, antes del 31 de marzo próximo, los planes detallados de reestructuración y podría vetar cualquier decisión.

En principio, la persona que ejercería como “zar” del automóvil sería nombrado por la administración del presidente George W. Bush con el acuerdo de Obama.

Los demócratas aceptaron retirar del proyecto de ley la obligación de que los fabricantes quiten las demandas que tienen interpuestas contra algunos estados para que eliminen los estrictos límites de emisiones que, según las empresas, les costarán centenares de millones de dólares.