Y fueron una sola voz reclamando que no se cierren las bibliotecas, ni sus piscinas, ni sus centros de recreación.

Y fueron una sola voz preguntando, ofreciendo soluciones, queriendo a su ciudad.

Pero la respuesta fue siempre la misma.

“Debo imponer los recortes al presupuesto.  Ante la situación financiera en la que estamos no hay mucho que pueda hacer”, dijo el alcalde Michael Nutter.

Lo anterior durante la primera de ocho reuniones comunitarias que se realizó la noche del pasado 25 de noviembre en South Philadelphia High School.

Cerca de 500 personas se dieron cita en el teatro de la escuela. Muchos llevaban pancartas con reclamos por el cierre de las bibliotecas y centros comunitarios, asuntos en la agenda que fueron altamente protestados por la concurrencia.

Nutter reunió a su gabinete, y cuando Camille Cates Barnett, la directora administrativa de la ciudad, describía cómo se iba a dar el proceso y anunciaba que se distribuirían unas hojas para que la gente anotara sus preocupaciones y priorizara los servicios que querían mantener en la ciudad, una mujer gritó: ¿Y van a tomar en cuenta eso para darle forma al presupuesto?

A lo que la funcionaria dijo que si.

Y es que los cortes actuales, que ascienden en $108 millones, son la primer medida dentro de varias que se planean para ajustar las finanzas de la ciudad.

“Serán decisiones difíciles dentro de un proceso difícil”, dijo Stephen Agostini, director de presupuesto de la ciudad de Filadelfia.

Agregó que hubo cosas que no se pudieron evitar.

“Como el alcalde ha dicho, una de las situaciones más difíciles fue decirle a los empleados de la ciudad que estaban a punto de perder sus trabajos”, dijo. “No tomamos esas decisiones a la ligera porque se trata de la vida de personas y el impacto en la ciudad”.

Agostini explicó que de empeorar la situación económica habrían de implementarse otras medidas.

“Si la economía empeora, y eso es una posibilidad, deberemos reconsiderar dónde nos encontramos y ver a otras opciones para ajustar”, dijo.

El presupuesto de la ciudad para el año fiscal 2009 asciende a $4.003 millones, cifra que representa un 13 por ciento menos a lo que se presupuestó en el ciclo fiscal previo.

 Al oírse esto, un hombre del público gritó “¡que se recorte el salario del alcalde!”

 “Eso hice, eso hice, eso hice. Todos los que estamos aquí recibimos un recorte salarial”, dijo Nutter refiriéndose a los miembros de su gabinete que lo acompañaron esa noche.

Una queja constante fue que de cerrarse bibliotecas, albercas y centros recreativos, aumentaría la violencia juvenil.

“Desafortunadamente la mayoría de los jóvenes que detenemos no visitan regularmente las bibliotecas de la ciudad”, dijo el jefe de la Policía, Charles Ramsey.

Sobre los posibles cierres a estaciones de bomberos, el comisionado Lloyd Ayers dijo que no habría tales cierres.

“Vamos a reestructurar las estaciones y las vacantes en otras centrales las llenaremos con bomberos que sean transferidos en esta reestructuración”, dijo.

La siguiente reunión está prevista para el próximo 1 de diciembre en la escuela Kensington High School, en la que habrá servicio de interpretación en español para las personas que no hablen inglés.