“Fue un accidente”, dijo Arismendi Zavala, propietario de la bodega Familia Deli Grocery en la que una dominicana de Nueva York murió de un balazo en la cabeza el pasado 9 de noviembre en el vecindario West Oak Lane.

“Yo sólo escuché el ‘¡pa!’ y vi a la muchacha que cayó”, dijo Zavala. “Cada que cierro los ojos veo eso… si le digo que he dormido dos horas de ayer a hoy, es mucho”.

Mariaela Mendoza Durán, de 21 años, vino a Filadelfia a visitar a su primo Carlos González, de 19 años, quien presuntamente fue quien disparó el arma.

“Recibimos una llamada a las 2:30 de la tarde”, dijo la oficial Joan Russell, portavoz del Departamento de Policía. “La investigación aún está abierta, pero al parecer el detenido estaba jugando con el arma y se le escapó un tiro”.

Arismendi dijo que la pistola era la que se tenía en el negocio como precaución.

“No sé cómo fue que la agarró. Yo fui a atrás de la bodega y sólo volteé cuando escuché el ‘¡pa!’”, dijo. “Por eso se dice que con las armas de fuego el diablo siempre tienta; ahí estuvo el diablo metido”.

González está detenido y está acusado de homicidio y cargos relacionados.

La muerte de Mendoza Durán es el homicidio 294 en Filadelfia en lo que va del año.