Leonardo Padilla, el caza recompensa que viajó desde California hasta Florida para pagar la fianza de la madre de Caylee Anthony, desaparecida desde el pasado 16 de junio, realizó este martes un servicio fúnebre en memoria de la menor a la orilla de un río donde asegura se encuentran sus restos.

"Organicé el servicio fúnebre como una manera de finalizar todo esto de la búsqueda de la niña porque sabemos que está muerta y estamos casi seguro de que sus huesos se encuentran en las aguas del lago", dijo hoy a Efe Padilla, poco después de finalizada la ceremonia que tuvo lugar en el Parque Blanchard, al este de Orlando próximo a la residencia de la familia Anthony.

A la misma asistieron unas cien personas, algunos de ellos voluntarios que habían llegado desde todas partes de la nación, incluso de Puerto Rico para participar en la búsqueda de la niña.

George y Cinthia Anthony, abuelos de la menor, no asistieron al servicio fúnebre al que consideraron inapropiado ya según ellos Caylee estaría viva, residiendo en algún lugar en Puerto Rico.

Según Padilla, el sitio tiene especial interés, ya que Casey Anthony, de 22 años y en prisión, acusada de asesinato en el primer grado por la fiscalía de Florida por la presunta muerte de su hija de 3 años, dijo que era uno de los lugares favoritos de la niña y el lugar donde una supuesta niñera puertorriqueña habría desaparecido con Caylee.

"Nosotros, mi equipo y yo somos los únicos que pasamos diez días con Casey (Anthony) y quienes compartimos con ella y sabemos que ese parque para ella tiene mucho significado y esta comunidad tiene el derecho al consuelo y a saber que Caylee descansa en algún lugar, y yo prefiero cree que este angelito encontró su descanso final y llegó a la presencia del Creador en este lago y no en un basurero", dijo a Efe Padilla, quien ha pasado los últimos 33 años de su vida persiguiendo fugitivos y localizando personas desaparecidas.

Padilla, quien en agosto pasado pagó y garantizó la fianza de más de medio millón de dólares impuesta por el juez Stan Strickland contra Casey Anthony, acusada en un principio de abuso infantil y obstrucción de una investigación criminal por supuestamente mentir a detectives del condado Orange que trabajaban en la desaparición de su hija, retiró su apoyo y la fianza a la mujer después que ésta supuestamente se negara a cooperar con las autoridades en la búsqueda de la menor.

El caza recompensa hispano, quien además encabezó una búsqueda de la niña que incluyó dos buzos que rastrearon sin resultados el fondo del lago, dijo que una cruz blanca, colgada del tronco de un cedro en los alrededores del lago, podrían ser una clave de donde se encuentra la niña ya que la misma estaría hecha del mismo material que una de sus empleadas habría visto entre las joyas de Casey Anthony, en agosto pasado.

"Le dije a Casey Anthony que con o sin su ayuda encontraría el cadáver o los huesos de la niña y he hecho está búsqueda por eso, por puro capricho, y no por otras razones", dijo, descartando los rumores de que se estaría beneficiando con su participación en el caso.

De acuerdo con las autoridades policiales de Orange, Caylee Anthony está muerta y en algún momento, su cadáver habría estado en el maletero del coche de Casey que según sus padres "olía a cadáver".

La madre de la pequeña enfrenta 14 cargos por fraude, asesinato en el primer grado y homicidio involuntario y será enjuiciada el 5 de enero próximo por la muerte de la niña cuya desaparición continúan siendo un misterio.

Padilla dijo que con el servicio fúnebre de hoy, da por terminado su intervención en el caso.