Cerrar bibliotecas públicas, cortar horas extras en seguridad y emergencia, recortar el salario del alcalde y su gabinete, y despedir a 220 empleados apenas ayudarían a reducir la mitad del déficit de $1.000 millones que la ciudad proyecta para los próximos cinco años, anunció el alcalde Michael Nutter ayer en un mensaje televisado.

"No se equivoquen. Esta es una revisión de mitad de año de proporciones inimaginadas, y ya que esta recesión muy probablemente prevalecerá hasta el año siguiente, no podemos enfocarnos en cambios breves y de una sola ocasión. Necesitamos un cambio verdadero, y lo necesitamos ahora", dijo.

Además Nutter pidió a los filadelfianos a estar dispuestos a hacer sacrificios, ya que los recortes también incluyen el limpiado y repavimentado de calles, y la remoción de nieve a menos de que se acumulen 4 pulgadas de esta.

"En febrero dije que se avecinaba una tormenta. Hoy esa tormenta está en la puerta y nos ha traído la peor crisis financiera", dijo. "En este momento tenemos un déficit de $108 millones y contando... ....vivimos una crisis económica de proporciones increíbles".

Agregó  además que en verano ya no abrirán 62 de las 72 albercas públicas de Filadelfia y se congelarán las 600 vacantes en empleos de la ciudad.