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Controversia por gasoducto en Puerto Rico

Vecinos del sur de la isla se quejan podría causar accidentes con graves consecuencias para la población y el ambiente.

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Una Comisión del Senado de Puerto Rico estudia la polémica construcción de un gasoducto en el sur de la isla que, según vecinos de las zonas por donde pasará, podría causar accidentes con graves consecuencias para la población y el ambiente.

Los residentes de la urbanización Tallaboa Encarnación, en el sureño pueblo de Peñuelas, impidieron hoy con una lluvia de huevos la celebración de una reunión en la que funcionarios de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la constructora sueca Skanska pensaban exponer "los beneficios del Gasoducto del Sur".

El alcalde de Peñuelas, Walter Torres, se negó por tercera ocasión el miércoles a comparecer ante la comisión senatorial que realiza la investigación porque, dijo, no quiere hacer comentarios sobre el gasoducto.

"Esto es una acción irresponsable del alcalde ya que se están atendiendo unos reclamos de los residentes de dicho municipio", indicó el presidente de la comisión investigadora, el senador Luis Daniel Muñiz.

El pasado 30 de junio, el gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, inauguró las obras del gasoducto, con el que se espera reducir la dependencia del petróleo de la isla para la generación de energía eléctrica.

Estaba previsto que comenzara a funcionar el próximo diciembre con una distancia de 42 millas a través de los municipios sureños de Peñuelas, Ponce, Juana Díaz, Santa Isabel y Salinas, pero la preocupación de los vecinos y ciertas dudas sobre la concesión de permisos y trazado de la ruta podrían retrasar su finalización.

Con una inversión de 74 millones de dólares, el Gobierno estima que una vez en funcionamiento, el gasoducto supondrá un ahorro en combustible para generar energía de entre 60 a 100 millones de dólares anuales.

El Gasoducto del Sur alimentará una planta eléctrica en Aguirre, Peñuelas, que generará energía para unos 400.000 hogares.

Durante la inauguración de las obras, Acevedo Vilá señaló que aunque el gas natural "sigue siendo un combustible fósil, es mucho más amigable con nuestro ambiente" y "es mucho más barato que el petróleo".

Sin embargo, los argumentos del gobernador fueron rápidamente criticados por diferentes sectores y el presidente del Senado, Kenneth McClintock, ordenó la investigación que se está llevando a cabo desde la semana pasada y cuyas vistas continuarán mañana, viernes.

El Senado investiga ahora los reclamos de los vecinos, si el trazado de la ruta es el más conveniente y si la empresa contratada para la construcción es la más idónea después de que se ha visto "envuelta en incidentes de corrupción", dijo McClintock.

El presidente del Senado ordenó también que se investiguen "los mecanismos de financiación del gasoducto y, en particular, si se sufragarían con el producto de emisiones de bonos que comprometan a la AEE por décadas".

McClintock lamentó además que el director de la AEE, Jorge Rodríguez, hubiera reconocido que no se consultó en vistas públicas a las comunidades afectadas "por un proyecto que no ha sido debidamente analizado en términos de los efectos adversos que tendría".

La comisión deberá presentar un informe sobre sus pesquisas y recomendaciones antes de que concluya el mes de noviembre.

"Tenemos que actuar rápidamente ante una acción de parte del gobierno, que a nuestro juicio, no ha contemplado todos los componentes necesarios para llevar a cabo una iniciativa tan controvertida", indicó Muñiz.

Por su parte, la directora de la Red Sísmica de Puerto Rico del Recinto Universitario de Mayagüez, Christa von-Hillebrandt-Andrade, también lamentó que no se hubiera consultado tampoco a esa institución e insiste en que es importante realizar estudios sísmicos del trazado de la tubería.

"Para todo proyecto importante de infraestructura, es necesario hacer una evaluación de amenaza sísmica local con el fin de minimizar las muertes y pérdidas económicas a consecuencia de un terremoto", sostuvo en un comunicado.

La sismóloga indicó que se debería realizar una evaluación de las fuentes de potenciales terremotos y sus posibles efectos en la zona, considerar los tipos de suelo que atravesará el gasoducto y estudiar los posibles efectos secundarios de un terremoto como escapes en la tubería o deslizamientos de terreno.

Hasta el momento, han comparecido ante la comisión investigadora funcionarios y expertos de la AEE, de la Junta de Planificación Ambiental, de la Administración de Reglamentos y Permisos, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y algunos de los alcaldes de los pueblos afectados.

Grupos comunitarios, sindicales y ambientalistas han convocado una manifestación contra el Gasoducto del Sur para el próximo sábado en Peñuelas en la que protestarán por el peligro que aseguran supone la tubería, que, por otra parte, no resolverá los problemas energéticos de la isla, vaticinaron los convocantes. 

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