El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, rompió el jueves su silencio respecto a la crisis financiera para asegurar que comparte la preocupación de los ciudadanos y dejar claro que su Gobierno está trabajando duro para resolverla.

Y es que no fue una semana nada fácil para el mercado estadounidense.

Este lunes y ante la pasividad de las autoridades, Lehman Brohters pidió la protección por bancarrota, salvo la de su unidad de correduría, que vendió al británico Barclays a 29 dólares por acción.

Ese día, Merrill Lynch optó por venderse a Bank of America y asegurarse así la supervivencia, de forma que solo quedan como independientes Morgan Stanley y Goldman Sachs.

El principal indicador de la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones de Industriales, registró el lunes su mayor caída desde que se reanudó la actividad bursátil tras los atentados.

Después de la tregua del martes, las bolsas cayeron el miércoles con fuerza en todo el mundo, debido a la desconfianza de los inversores en la salud de la economía y, en especial, de las empresas de servicios financieros, que se encuentran en el ojo del huracán de la crisis crediticia que desde hace trece meses azota a los mercados.

Esa desconfianza hizo que los fondos se desviaran hacia inversiones consideradas más seguras. El oro se encareció en Nueva York 70 dólares (un 9%) y registró su mayor subida cuantitativa desde 1980.

El Departamento de Comercio informó el miércoles que la construcción de casas unifamiliares se redujo un 6,2% y quedó en el ritmo anual más bajo en 17 años, al tiempo que la solicitud de permisos cayó al menor nivel en 26 años.

Al contrario de lo que se pensaba, el rescate de AIG, una de las mayores aseguradoras del mundo, a última hora del martes por parte de la Reserva Federal (que le concederá un préstamo a dos años de 85.000 millones de dólares) inquietó aún más a los inversores.

Wall Street sufrió el miércoles, contra todo pronóstico, su segunda caída superior al 4% en lo que iba de la semana pues se creía que el rescate de la aseguradora AIG por la fed templaría al mercado.

El jueves la Reserva Federal (Fed) de EEUU anunció que llegó a un acuerdo con cinco bancos centrales para inyectar hasta 180.000 millones de dólares en los mercados a fin de afrontar la crisis financiera.

Para tratar de contener las turbulencias de los mercados, la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC) aprobó el miércoles varias medidas que incluyen un mayor control sobre las ventas al descubierto (la comercialización de valores antes de poseerlos).