El presidente de EEUU, George W. Bush, declaró hoy una situación de emergencia en Texas y ordenó ayuda federal para apoyar a las autoridades estatales y locales en sus preparativos de respuesta al huracán "Ike", informó la Casa Blanca.

La medida encarga al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) la coordinación de la ayuda y la asistencia apropiada para poner en marcha las medidas de emergencia requeridas.

Las ayudas de emergencia, incluida la asistencia federal directa, serán costeadas en un 75 por ciento por los fondos federales.

El huracán "Ike" abandonó el martes la costa noroeste de Cuba tras haber causado en la isla cuatro muertos, al menos 20 heridos y multimillonarios destrozos en viviendas, cultivos e infraestructuras.

En Haití, "Ike", el último en azotar la nación, dejó al menos 66 muertos en el deprimido país, que aún no se repone de los efectos del ciclón "Gustav" y de la tormenta tropical "Hanna", que azotaron su territorio en menos de 15 días.

Las inundaciones provocadas en Haití por estos fenómenos naturales se han cobrado en las últimas dos semanas la vida de unas 317 personas y han dejado entre 750.000 y 1.000.000 de damnificados en el país.

De momento, "Ike" se mantiene como un huracán de categoría uno en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de cinco), pero se espera que siga aumentado su fuerza hasta llegar a ser un ciclón de gran intensidad.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, pronostica que "Ike" se convertirá posiblemente en un huracán de categoría tres o cuatro antes de llegar a la costa de Texas el viernes o sábado.

En Texas, 7.500 miembros de la Guardia Nacional han sido movilizados, pero la FEMA todavía no ha fijado un calendario exacto de evacuación.