El ex ministro colombiano Álvaro Araujo, detenido en Venezuela el
jueves, y será deportado pronto, dijeron a Efe fuentes colombianas en
Caracas.

Según las fuentes, la cónsul colombiana en Caracas,
María Elvira Cabello, está en contacto con las autoridades venezolanas
respecto al caso del ex ministro, que fue capturado en la ciudad
petrolera de Maracaibo, en el oeste de Venezuela.

Las fuentes
colombianas confirmaron que Araujo ha sido trasladado a Caracas y se
encuentra en las dependencias de un cuerpo de seguridad venezolano.

Explicaron
asimismo que se está llevando a cabo la comprobación de identidad de la
persona, como es habitual, antes de proceder a la deportación.

"Dice la cónsul que más tarde" hoy o mañana, sábado, se realizará la deportación, indicaron las fuentes colombianas.

Hasta
el momento, el Gobierno venezolano no se ha pronunciado oficialmente
sobre la detención de Araujo, que, según medios informativos
venezolanos, fue capturado el jueves por la Guardia Nacional en un
control rutinario instalado en el puente sobre el lago de Maracaibo,
710 kilómetros al oeste de Caracas.

El ex ministro, que tiene
orden de captura internacional, es requerido por la Fiscalía colombiana
por los presuntos delitos de secuestro con extorsión y presunta
colaboración con grupos paramilitares.

Según los medios, el ex
ministro colombiano, que viajaba en una camioneta Tucson, fue detenido
cuando los guardias observaron irregularidades en sus documentos de
identificación.

Araujo, de 75 años, es padre de la ex ministra de
Relaciones Exteriores de Colombia María Consuelo Araujo y del ex
senador Álvaro Araujo, preso en la cárcel La Picota (Bogotá) por
presuntos vínculos con la paramilitares.

El detenido fue ministro
de Agricultura, gerente del desaparecido banco estatal Caja Agraria y
dirigente de los ganaderos colombianos, y está considerado uno de los
líderes del liberalismo del departamento de Cesar, noreste de Colombia.

Araujo huyó de Colombia en el 2006 y estaba solicitado por Interpol desde 2007.

Entre
los cargos que se le imputan destaca su participación, como presunto
emisario del jefe paramilitar "Jorge 40", en el secuestro de Víctor
Ochoa Daza, hermano de un ex alcalde de Valledupar.

Su hija,
María Consuelo, fue designada canciller el 7 de agosto de 2006 por el
presidente Álvaro Uribe, pero dimitió el 28 de febrero de 2007.