El apoyo al presidente Evo Morales ronda el 68 por ciento, según datos difundidos el jueves por la Corte Nacional Electoral (CNE) con el escrutinio casi completado.
Con más de dos millones de votos, el respaldo a la continuidad de Morales y su vicepresidente se sitúa en un 67,77 por ciento, cuando ya ha sido recontado el 96,1 por ciento de las mesas electorales.

Los sufragios contra la gestión del presidente computados hasta ahora son más de 976.000, lo que supone un 32,23 por ciento de rechazo.

El apoyo cosechado por Morales en la consulta del pasado domingo supera ampliamente el 53,7 por ciento (1.544.374 votos) con el que ganó la Presidencia de Bolivia en los comicios de diciembre de 2005.

Los reportes parciales oficiales de los departamentos, con diferentes porcentajes, señalan que el presidente indígena gana en seis de las nueve regiones: La Paz (83,2 por ciento), Cochabamba (70,9%), Oruro (83%), Potosí (84,6%), Pando (52,5%) y Chuquisaca (53,8%).

Por otra parte, la votación contra el presidente y su gestión es mayoritaria en tres regiones: Santa Cruz (casi 60,5%), Beni (56,3%) y Tarija (50,1%).

Con el escrutinio terminado en Cochabamba, los datos confirman, con cerca de un 64 por ciento de votos en contra, la revocación del prefecto Manfred Reyes Villa, quien el pasado martes, antes de tener los resultados definitivos, presentó su dimisión.

El gobernador opositor de La Paz, José Luis Paredes, también resultaría revocado con un 63 por ciento de votos.

Los ratificados hasta el jueves eran los oficialistas de Potosí, Mario Virreira (78,7 por ciento) y Oruro, Alberto Aguilar (50,8%).

También continúan en sus cargos los gobernadores oposi-tores de Santa Cruz, Rubén Costas (67,1 por ciento); Beni, Ernesto Suárez (64,2%); Tarija, Mario Cossío (58%), y el de Pando, Leopoldo Fernández (56,2%), los dos últimos con el escrutinio completado.

La región de Chuquisaca no realizó el referendo porque su prefecta, la indígena quechua opositora Savina Cuéllar, fue elegida en junio por la renuncia de su antecesor.

La consulta revocatoria fue convocada de forma inesperada en mayo pasado por el Senado, controlado por la alianza conservadora opositora Poder Democrático y Social (Podemos), que había mantenido "congelada" su tramitación durante varios meses.

El revocatorio había sido impulsado en diciembre por Morales como salida a la crisis política boliviana, que enfrenta al proyecto de refundación constitucional del mandatario con los planes autonomistas de varias regiones.

El presidente Evo Morales inició este jueves una reunión reservada con los prefectos (gobernadores) opositores autonomistas en el Palacio de Gobierno de La Paz, con el propósito de encontrar una solución a la crisis política del país.

El Gobierno determinó a finales del año pasado destinar un tercio de los ingresos que percibían las regiones por concepto de Impuesto Directo de Hidrocarburos (IDH) a pagar la llamada "renta dignidad", un bono mensual de poco más de 20 dólares para los mayores de 60 años.

En enero de 2008, Morales y los prefectos ya intentaron un proceso de diálogo que acabó en fracaso porque ninguna de las dos partes flexibilizó sus posiciones.