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Su ciudad y sus voces quedaron en la pantalla

Hispanos del sur de Filadelfia presentan sus perspectivas a través de videos que buscan entablar comunicación con otras

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Al menos tres videos están listos para que la gente los vea y se entere de la visión que tienen los inmigrantes de su vida en Filadelfia.                 

Marcos Mundaca, carpintero profesional, encontró en Filadelfia la oportunidad que en su natal Chile no existía: Trabajo bien remunerado.

Marcos Mundaca, carpintero profesional, chileno en Filadelfia, encontró también discriminación en su nueva vida y fue a través del video que pudo expresar lo que él sentía.

“Nunca antes me imaginé que pudiera hacer esto”, dijo. “Esta fue una pincelada intensa de lo que vivimos nosotros como inmigrantes en este país. Preséntese donde se presente, espero que quien la vea sienta lo que se habla en el video”.

Para él la discriminación es tangible, ya que, como dijo, “la gente aquí que nota que hablo con un acento o que sabe que soy de otro lugar me trata diferente”.

“En nuestros países también la vivimos; aquí te discriminan por tu origen, color de piel o estatus migratorio, mientras que allá es socioeconómica”, dijo.

Su trabajo forma parte de una serie de videos que la organización Juntos y el Media Mobilizing Project,  con fondos de  la Fundación Knight, realizó con inmigrantes para que ellos mismos contaran sus historias.

Los seis videos, que se incluyen en el proyecto Nuestra Ciudad, Nuestras Voces se presentaron el pasado 20 de julio en una ceremonia en el Houston Community Center.

“Queríamos hacer un canal de comunicación con otras comunidades, que otra gente se enterara de lo que queremos decir”, dijo Gabriel Berríos , coordinador del proyecto.

Los temas que se manejan en los tres videos en español abordan la falta de espacios para los niños hispanos en el sur de Filadelfia, la educación acerca del virus del papiloma y la discriminación.

La satisfacción de ver esta primera entrega de trabajos tuvo un valor especial para Berríos, quien recordó los retos que acompañaron al proceso.

“Fue difícil trabajar con la gente porque ellos son trabajadores y sus horarios son bien difíciles; lo que pudo haberse hecho en un par de semanas nos tomó varios meses”, dijo.

“Tenemos otros videos que están por terminarse y que serán subidos a la página de internet cuando estén listos”.

Berríos dijo también que la meta es tener un noticiero comunitario y continuar trabajando con la comunidad en un segundo curso de video que ya comenzó con por al menos 12 estudiantes.

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