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La nueva joya de la familia Hernández

Con tan solo 13 años, Esteban es un mexicano que se convirtió en marzo en el segundo extranjero en ganar la medalla de oro en la competencia de ballet en Cuba,…

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Los Hernández son una familia de Guadalajara muy particular. No solo porque de los 10 hijos de la pareja, conformada por Héctor y Laura, dos son jóvenes glorias del ballet nacional mexicano, sino también porque ambos han sido los únicos extranjeros que han ganado la competencia internacional de ballet en Cuba. El primero fue Isaac Hernández, quien obtuvo la presea dorada hace cuatro años y el segundo fue su hermano menor Esteban, la nueva joya familiar y de México.

Con tan solo 13 años de edad, el pasado marzo Esteban Hernández siguió los pasos de su hermano y se convirtió en el segundo extranjero en ganar la competencia internacional de ballet en Cuba, que en esta ocasión contó con 13 jurados de diferentes países.

La vena artística del joven proviene de sus padres, quienes también fueron bailarines. Esteban aprendió el arte de la danza de la mano de su padre, quien se encargó de entrenarlo desde los ocho años, edad en la que esta figura del ballet mexicano empezó a bailar.

“Las clases eran muy estrictas, a veces durábamos dos horas en el mismo ejercicio, haciéndolo una y otra vez”, afirmó.

Y fue precisamente su padre una de las personas que lo preparó para la competición de Cuba. “Yo creo que se sintió muy orgulloso de poder decir que él había entrenado a las únicas dos personas que han ganado el primer lugar en Cuba”, agregó el mexicano. “A él (a su padre) lo admiro más que nada como mi maestro, como la persona que me enseñó todo”.

El adolescente

Un día en la vida de este bailarín no es como el de cualquier otro niño. En lugar de asistir a la escuela y preocuparse por las ecuaciones de Algebra, Esteban trabaja en su cuerpo y en cómo lograr movimientos perfectos.

Estuvo becado en la Escuela The Rock School for Dance Education, en Filadelfia, la que asegura fue fundamental en su formación como bailarín y como artista.
Pero como no todo puede ser baile, Esteban no escapa de los deberes académicos de su edad. Está inscrito en el programa de educación en casa de la Secretaría de Educación de México, mediante el cual debe estudiar los textos de las materias regulares para luego presentar exámenes y así terminar su educación secundaria.
Además de tener la responsabilidad de ser embajador mexicano de las artes, extrañar el clima de su natal Guadalajara y dedicar ocho horas diarias a ensayar antes de las competiciones, el pequeño bailarín también debe sacrificar algunas cosas propias de su niñez.

“Siendo bailarín te tienes que privar de hacer muchas cosas porque te puedes lastimar...Si te caes y te tuerces un pie, dejas de bailar por algún tiempo y es muy difícil regresar otra vez”, agregó el mexicano.

Pero, a pesar de que su mundo gira en torno al ballet, a sus trece años Esteban también saca tiempo para sus pasatiempos de adolescente. El baloncesto y el béisbol son sus deportes favoritos, los tacos su comida predilecta y como ‘tapatío’, nacido en Guadalajara, su equipo de fútbol favorito son las Chivas.

Por su parecido físico, a este joven talento lo confunden algunas veces con su hermano Isaac, el primer mexicano en estar en el American Ballet y quien con tan solo 17 años se irá la próxima temporada para el San Francisco Ballet como solista.
Y es justamente Isaac, dentro del grupo de personas con las que ha compartido escenario, la que más le ha impactado. Esteban afirma que la limpieza técnica que posee su hermano mayor “es algo muy difícil de conseguir y que muy pocas personas tienen”.

Nueva York

Antes de salir al escenario, Esteban se concentra, ora y se llena de energía positiva. Desafortunadamente algunas veces ello no evita tener malos ratos. Uno de ellos lo vivió en la primera ronda de la competencia internacional de Nueva York en abril pasado.

Pero como lo más importante no es caer sino levantarse, el mexicano no sólo se levantó sino que obtuvo el primer lugar dentro de 356 competidores de diferentes países.

“En todas las partes a las que voy nadie me puede creer que soy hispano. La verdad no hay muchos bailarines hispanos que sean muy sobresalientes, pero yo estoy muy orgulloso de serlo y de poder representar a mi país en todos los lugares a los que voy”.

“Como artista mexicano e hispano, invito a todos los jóvenes a que practiquen deporte y alguna expresión del arte...es difícil y hay que tener mucha disciplina pero es muy gratificante una vez que  logras tus metas. Nunca olviden que querer es poder”.

El pasado lunes 16 de junio, el mexicano dejó su escuela en Filadelfia e iniciará un curso de verano en Nueva York en el American Ballet Theater, catalogada como una de las mejores escuelas del mundo, y será precisamente en esa ciudad donde a finales de julio realizará su próxima presentación. Su siguiente competencia está prevista para octubre del 2009 en Alemania.

Pero este es solo el escalón siguiente. El adolescente sueña con ganar una de las cuatro competencias más importantes del mundo, pertenecer a una compañía de danza representando a México y algún día ser maestro de ballet.

Esteban Hernández baila orgulloso de lo que es y de su país. Esteban baila y bailará porque a pesar de su corta edad, este mexicano dice que sencillamente no se puede imaginar la vida sin el ballet.

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