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No pagan a constructor mexicano por tener "indocumentados"

Antes de aceptar un trabajo, asegúrese que le firmen un contrato. Este es el consejo que José Salazar, propietario de la constructora Santo Santiago, se repite…

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José Salazar va a pelear hasta que le paguen los $3.300.

Antes de aceptar un trabajo, asegúrese que le firmen un contrato.

Este es el consejo que José Salazar, propietario de la constructora
Santo Santiago, se repite así mismo y a quienes lo escuchen, después de
que al terminar un trabajo no le pagaran los $3.300.

“El hombre que me contrató, Chuck ..., contratista de la compañía Utilities, me dijo que no me pagaría porque en mi compañía tengo puros ilegales.... y eso no es cierto”, dijo Salazar.

“Cuando me arreglé con Chuck no firmamos un contrato porque confíe en su palabra y quedamos en un precio, tiempo de terminar el trabajo y condiciones. Y cuando él me mencionó que si mis trabajadores tenían documentos le dije sí”, afirmó Salazar con papeles en la mano que comprueban el estatus legal de sus empleados.

“Entonces mis  muchachos le trabajaron hasta terminar el trabajo, aún cuando muchos se quejaron de que era muy malo porque a veces no les daba descansos o no los dejaba tomar agua”, agregó.

“No le pagué porque cuando le pregunté que me diera los papeles que comprueban la legalidad de sus trabajadores, se negó.  Y entonces pensé que es porque deben ser indocumentados”, dijo Chuck en entrevista telefónica y no quiso decir su apellido: “Pregúntele a José”.

¿Cómo sabe usted que son indocumentados?

“Porque no me dio sus papeles”.

¿Si sospechó que eran indocumentados por qué los dejó que le trabajaran y completaran el trabajo?

“Umm (silencio)… bueno yo le pago, pero que me muestre los documentos.  Si no los tiene voy a llamar a inmigración. Ya le hablé a los abogados para que me asesoren”.

Salazar no se da por vencido y ya con documentos en mano se dispone a dar la batalla para conseguir que le paguen a él y a sus trabajadores.

“Chuck sabía que algunos de mis trabajadores que le hicieron el trabajo son puertorriqueños. Y el por qué no le di sus documentos es porque muchos se enojaban por los maltratos que les dio de no dejarlos descansar, aunque la ley dice que debe hacerlo y ni al baño o tomar agua los dejaba. Por eso, muchos dejaban el trabajo botado y tenía que conseguir otros trabajadores. Qué casualidad que esperó a que termináramos abriendo hoyos en una zanja para que él pusiera unos cables de teléfonos para, según él, importarle la situación migratoria de mis empleados. Es un hombre abusivo, pero yo no me voy a dejar”.

Para averiguar qué se hace en una situación como está,  Justin Fleming, un funcionario de prensa del Departamento de Trabajo e Industria de PA,  dijo “esto es un caso que debe ser llevado y decidido en la corte”.

Salazar dijo que esta es una lección bien aprendida para no aceptar trabajos sin contratos firmados.