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"Lo que pasa con los inmigrantes es lo mismo que pasó con los esclavos"

Débora Brown es una hispana que tiene muchas preocupaciones. Angustias derivadas quizás por su calidad de inmigrante, madre de dos hijos y mujer cristiana... 

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Pero como preocuparse no es suficiente para Brown, esta puertorriqueña habitante de Nueva Jersey ha plasmado todas estas preocupaciones en dos libros: Foreplay for Married Couples Only, 2006, y Exposed, éste último publicado en febrero pasado.

Pero eso no fue suficiente. Brown escribió y produjo el cortometraje "I Have Something to Say", que debutó en octubre del año pasado en el Orlando Film Festival, y que será presentado en agosto en una muestra de nuevos realizadores en Nueva York.

Durante casi 15 años Brown trabajó como funcionario del Departamento de Agricultura, en el que se desempeñó, entre otros cargos, como Hispanic Manager para el noroeste. Basada en esta experiencia, Brown asegura conocer cómo piensan los estadounidenses.

"Es mejor buscar un punto común y desde ahí enseñarles lo que tú quieres proyectar", aseguró la puertorriqueña. Y para llegar a este punto medio, Brown encontró dos caminos: La historia de la esclavitud en Estados Unidos y el poder de los medios de comunicación.

"Yo tuve que usar su historia para que ellos entiendan lo que está pasando", afirmó Brown al referirse  a la analogía que hace entre la situación que se vivió en EEUU con los esclavos y lo que está sucediendo actualmente con los hispanos.

 "Cómo en este país no se van a acordar de su propia historia y repetir los mismos errores. Primero son los esclavos que vinieron, ahora son los hispanos", agregó.

En el filme, la realizadora resalta la labor de John Laurens, quien a pesar de ser hijo de uno de los mayores importadores de esclavos en EEUU, quiso infructuosamente incorporarlos al Ejército para luchar contra los ingleses, y compara a los jóvenes que están muriendo en Irak con  Nathan Hale, uno de los primeros espías estadounidenses que moriría ahorcado luego de ser descubierto por los ingleses.

 "Los reyes siempre tenían a una persona que les decían la historia. Yo creo  que cada presidente debería recordar la historia de este país porque lo va a sacar de líos en el futuro", según la hispana.

 "La hora del inmigrante"

Para Brown, el poder de los medios de comunicación es una herramienta fundamental en la creación del imaginario que los estadounidenses tienen del grupo latino. Y es allí, donde la puertorriqueña quiere profundizar.

Más allá del cortometraje, el objetivo de Brown a largo plazo es crear un programa de televisión titulado "La hora del inmigrante" en el que la comunidad hispana pueda balancear todas sus emociones, buenas y malas.

Según la realizadora, en la unión está la fuerza y ésta es el camino más poderoso que existe para dar a conocer la verdadera cara de los hispanos. "Nosotros tenemos que ver la manera de cómo podemos unirnos porque nosotros tenemos que ir al medio noticioso. Nosotros tenemos que ser mejores que Oprah", afirmó.

"La única historia que está llegando al 'media' es la de personas que no nos quieren aquí… y son negativas.

Nuestra imagen está siendo controlada por personas que no nos quieren en este país", afirmó Brown.

La película

Igual como es difícil la historia que Brown quiere dar a conocer sobre miles de inmigrantes, es complicada la travesía que la latina vivió para realizar su documental.

El tener un presupuesto ajustado, el que los inmigrantes sintieran miedo frente a las cámaras y el que nadie se interesara en su proyecto fueron algunas de las dificultades que Brown tuvo que superar.

Para hacer esta película, la puertorriqueña asistió a un entrenamiento con un director de cine judío y recibió asesoría legal en Volunteer Lawyers for The Art, un programa que ayuda a los pequeños realizadores.

El documental, que nació en diciembre del 2006 como una idea vaga, poco a poco fue tomando forma y gracias a la ayuda de un estudiante de Temple University, que lo editó, y de un amigo que le colaboró con la narración, la puertorriqueña finalmente terminó su cortometraje.

"I Have Something to Say" tan solo dura 22 minutos, tiempo insuficiente para Brown, porque al contrario del título de su cortometraje, esta puertorriqueña no solo tiene algo que decir. Tiene mucho que expresar.