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Clérigo 'nica' a la Asamblea de la ONU

Asamblea General de la ONU elige a ex canciller nicaragüense como presidente.

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El ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto Brockmann se comprometió a buscar la "unidad" y la "democratización" de Naciones Unidas durante el periodo en que será presidente de la Asamblea General de la Organización.

El máximo órgano legislativo de la ONU eligió por aclamación a D'Escoto como presidente de su próximo periodo de sesiones, que comenzará el 16 de septiembre, en sustitución del macedonio Srjgan Kerim.

La elección de D'Escoto para presidir la 63 asamblea del organismo estaba prácticamente asegurada tras recibir en marzo el apoyo del Grupo Latinoamericano y del Caribe (Grulac), la agrupación regional que este año tenía el turno de proponer al nuevo presidente.

El antiguo canciller del primer Gobierno sandinista y actual asesor del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, manifestó en su discurso de aceptación del cargo que, para continuar con su labor, la ONU "tiene que ser precisamente eso, Naciones Unidas, no naciones dispersas, y menos naciones sometidas".

Se comprometió a trabajar en favor de la "democratización" de la Organización, en la prevención de "actos de agresión como los que se están dando contra Irak y Afganistán", y en la erradicación del hambre y la pobreza en el mundo.

En su opinión, el hambre y pobreza son dos problemas "inexcusables cuando al mismo tiempo otros gastan cuantiosas sumas en lujos y cosas superfluas y miles de billones en guerras".

La elección de D'Escoto coloca en uno de los puestos de mayor visibilidad de Naciones Unidas a un diplomático crítico de Estados Unidos y partidario de las políticas socialistas de Gobiernos como los de Venezuela, Cuba o Nicaragua.

Su experiencia como diplomático la adquirió durante su etapa de responsable de Exteriores del primer Gobierno sandinista (1979-1990), al que representó en las negociaciones de los acuerdos de paz que pusieron fin a los conflictos armados que asolaron Centroamérica en los años ochenta.

D'Escoto, de 75 años, se reafirmó en una conferencia de prensa en su oposición a ciertas políticas de EE.UU., al que en 2007 calificó de "más terrorista que cualquier salvaje", pero aseguró que no es "un antinorteamericano".

"No quiero convertir la presidencia en un ataque a los Estados Unidos, particularmente en este momento en que aquí hay tanto apoyo al cambio", dijo.

Al mismo tiempo, aseguró, no desea "que las dolorosas memorias del pasado sean un obstáculo a la unidad" de la ONU pese a que desde su nuevo cargo piensa "seguir diciendo lo que se tenga que decir".

D'Escoto, que es un sacerdote de la orden de Maryknoll, consideró que la principal tarea del organismo es promover un cambio que permita superar "el atolladero" en el que se encuentra la humanidad a causa del "egoísmo".

"Tenemos que pasar del yo y lo mío, al nosotros y lo nuestro", apuntó.

En ese sentido, recalcó su respaldo a los planes para "democratizar" la ONU revitalizando a la Asamblea General y reformando el Consejo de Seguridad, en el que los cinco miembros permanentes (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) tienen poder de veto.

Reconoció que sus palabras pueden sonar a "sermón", pero advirtió que los miembros de la Asamblea General "han elegido de presidente a un sacerdote".

El embajador de EE.UU. ante la ONU, Zalmay Khalilzad, consideró "inaceptables" los comentarios expresados por D'Escoto en el pasado, pero recalcó que el político sandinista ahora ocupará un cargo que conlleva "buscar unidad en los países de la Asamblea".

Por su parte, Kerim consideró que la elección de su sucesor "proporciona a Nicaragua, un país fundador de la ONU, y al Grulac la oportunidad de fortalecer el papel de la Asamblea General y los pilares de Naciones Unidas".

La portavoz de la ONU, Marie Okabe, transmitió las felicitaciones del secretario general, Ban Ki-moon, y su disposición para colaborar en la labor de la Asamblea.